El sector inmobiliario en Colombia ha vivido más de un año de caídas y está a pocos pasos de entrar en una crisis sin precedentes. Todo comenzó con la modificación que hizo el Gobierno Nacional a los subsidios otorgados por el programa estatal ‘Mi casa ya’, pues los requisitos para este programa cambiaron con la nueva administración.
Antes, cualquier persona o familia que contara con un sueldo menor a los cuatro salarios mínimos, podía aplicar para solicitar este subsidio que otorgaba una suma de hasta 30 millones de pesos para cubrir la cuota inicial de una vivienda. Además, otorgaba una tasa de interés mucho más cómoda para quienes eran beneficiarios del dinero.
Sin embargo, el Gobierno Petro decidió ajustar dicho subsidio y cambiar los requisitos para acceder a este, priorizando a la población colombiana que se encuentra sisbenizada. Es decir, quienes no cuenten con Sisbén no pueden acceder a este beneficio monetario.
Esto supuso un gran obstáculo para millones de familias, que aunque cumplían los requisitos como el salario y podían pagar el crédito, no podían acceder al subsidio al no contar con el puntaje de Sisbén. De hecho, los expertos aseguran que muchas de las familias con Sisbén, por su parte, no logran el puntaje crediticio necesario para que una entidad bancaria les preste el dinero, por lo que siguen teniendo el mismo obstáculo. Ese escenario significó un freno casi total a la compra de vivienda.
Son varios centros de pensamiento, gremios y hasta entidades financieras los que han analizado el panorama complicado para el sector de la construcción, que además de golpear a los trabajadores de esa industria, también golpea a otros 32 subsectores que dependen netamente de que se construyan viviendas, como lo son las cementeras, ferreterías, metalúrgicas y otros proveedores de insumos para la construcción.
Recientemente, el BBVA Research presentó un informe sobre la situación inmobiliaria del país para el 2024. En este hace una seria advertencia frente a la recuperación que podría tener el sector. Aunque muchos esperan que se dé este año, lo cierto es que ese escenario solo llegaría hasta el 2025, cuando las ventas mejorarían.
Aseguran que las ventas para este año se recuperarán de forma gradual hasta un rango de entre 150.000 y 180.000 unidades en 2025. El estudio afirma además que los inventarios y desistimientos se mantendrán altos durante el primer semestre de 2024, pero que después cederán poco a poco. El empleo en el sector también podría caer por la menor actividad y los costos estarían presionados al alza por la mano de obra.
El informe apuntó a que el último año, las ventas que más se afectaron en Colombia fueron las dirigidas a los estratos 2, 2 y 4. Además, las ventas en los estratos 5 y 6 se resintieron. Otro dato preocupante es el que reveló que, desde el 2017, el sector de la construcción no crece por encima del PIB.
¿Qué alternativas tiene el sector para recuperarse en el futuro?
De acuerdo con el documento, es importante que las empresas tengan más cuidado con la toma de sus decisiones en épocas de desaceleración económica. Además, deben guardar capacidad de inversión en su etapa de recuperación. También deberían ampliar las operaciones a nuevas geografías.
“Los incentivos públicos, los cambios demográficos y la modificación de la distribución de ingresos en el país pueden jalonar la demanda de vivienda por fuera de las grandes ciudades”, dice el informe.
También recomiendan mantener las buenas prácticas del sector, pues este tiene un modelo que ha demostrado resistir bien a las crisis y aprovechar los periodos de expansión de la economía, a la par de generar incentivos para que las remesas se inviertan en el sector, pues esta es una fuente de expansión fuerte si se canalizan correctamente.