A medida que la economía empieza a recuperar su ritmo, tras 18 meses de pandemia, también se impulsan actividades claves como el negocio inmobiliario y el constructor. No obstante, la recuperación no es pareja. Mientras las viviendas están en crecimiento, oficinas, bodegas y locales aún no han levantado cabeza y esto se ve reflejado en los precios de los inmuebles nuevos y también en los cánones de arrendamiento.

Cálculos de Davivienda indican que en el segundo trimestre de 2021 los precios de casas y apartamentos nuevos en el país subieron en promedio 3,8 por ciento, pero si este dato se desagrega, las primeras muestran un alza de 5,2 por ciento y los segundos de 3,7 por ciento.

Por el contrario, si el análisis se hace para inmuebles no residenciales el panorama es distinto, porque al cierre de junio aún mostraban una caída de 0,7 por ciento. Los precios de los locales comerciales nuevos están 5,7 por ciento más baratos que hace un año y los de las oficinas 1,6 por ciento. La excepción en este grupo son las bodegas, cuyos precios subieron 19,5 por ciento al cierre del segundo trimestre. El continuo auge de centros logísticos y de negocios de comercio electrónico son los responsables de dicho comportamiento.

Igualmente, el informe de Davivienda señala que las vacancias en centros comerciales en las 16 ciudades principales del país mantienen niveles históricamente altos, alcanzando un total de 19 por ciento de inmuebles desocupados. En esto no solo afectan las medidas de distanciamiento social derivadas del coronavirus, sino también la creciente fuerza del comercio electrónico, que hace que muchas personas prefieran ese canal para hacer sus compras en vez de ir a una tienda física.

Las ciudades con mayor porcentaje de inmuebles en venta y/o arriendo en centros comerciales son Neiva con 40 por ciento, Valledupar (27,4 por ciento) y Villavicencio (22,1 por ciento). Por otro lado, las que menos porcentaje presentaron fueron Armenia con 8,2 por ciento, Santa Marta (8,8 por ciento) y Medellín (14,4 por ciento).

En lo que respecta a las oficinas, en el segundo trimestre de 2021 las vacancias se ubicaron por encima de 6,5 por ciento en las cuatro principales ciudades del país, con un indicador especialmente alto para Barranquilla con 18,8 por ciento. En cuanto a los precios, las oficinas nuevas presentaron un incremento por metro cuadrado de 13,4 por ciento en Barranquilla, Bogotá (3,5 por ciento) y Cali (12,7 por ciento), mientras que en Medellín registraron caídas.

En edificaciones para la industria, todas las ciudades muestran mejoras frente al año pasado menos Cali. Allí las vacancias aumentaron, tal vez por los impactos del paro nacional. En junio llegaron al 7,2 por ciento del total. En Bogotá, aunque hubo una reducción en comparación con junio de 2020 (16,2 Vs. 14,2 por ciento), sigue teniendo el indicador de vacancia más alto de las principales capitales.

Sigue el impacto

Los cánones de arrendamiento son otro indicador de la salud del sector inmobiliario. La aseguradora El Libertador, que al igual que Davivienda pertenece al Grupo Bolívar, calcula mensualmente un índice de los precios de los alquileres en el país, según el cual en julio dichos cánones subieron 4,2 por ciento en apartamentos y 5 por ciento en casas. Los autores del índice advierten, sin embargo, que es probable que esa magnitud de alza en los arriendos no se mantenga, pues la base de comparación es el periodo entre abril y junio de 2020, cuando hubo una fuerte desaceleración por las medidas para contener la propagación de la covid-19 en el país.

Agregan que, pese a la reactivación, el segmento residencial continúa impactado por los efectos de la pandemia. Entre junio y julio los alquileres de casas subieron en todo el país, pero al comparar con julio del año pasado, se evidencia que Barranquilla, Bogotá, Cali y Cartagena presentaron los mayores incrementos.

En el caso de apartamentos, únicamente Cartagena mostró una caída en el valor de los arriendos con respecto al mes anterior, mientras que al compararse con el mismo mes del año anterior todas las ciudades registran alzas.

Los arriendos de las viviendas de estratos más altos, que habían sido los más afectados el año pasado, son los que más suben este año. Para los inmuebles no residenciales, el índice de El Libertador muestra en julio un crecimiento anual de 11,1 por ciento en los alquileres de bodegas, de 15,8 por ciento en locales y de 10,4 por ciento en oficinas. Se advierte que es una variación mayor a la de las viviendas por un efecto estadístico, debido a que la base del año pasado era muy baja.