La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, reveló a finales del año pasado que habrá un aumento del 12 % en el salario mínimo para el año 2024. Este incremento significa que los trabajadores recibirán $ 140.000 adicionales, incrementando sus ingresos de $ 1.160.000 a $ 1.300.000.
Con relación al auxilio de transporte, diseñado para cubrir los costos mensuales asociados, se estableció en $ 162.000. Esto eleva la suma total que un trabajador recibirá en 2024 a $ 1.462.000.
Esta noticia permitió conocer cómo quedaron definidos los precios de las viviendas de interés social (VIS), los cuales, hasta el momento, siguen teniendo un cálculo con base en el salario mínimo.
Esto lo confirmó el año pasado el Congreso de Colombia, a través de la ley del Plan Nacional de Desarrollo (PND) del gobierno Petro.
En el proceso que tuvo el Plan Nacional de Desarrollo el año pasado, se tuvo la intención de cambiar la fórmula, y hacer que el cálculo tuviera como base la Unidad de Valor Tributario (UVT).
Pero el artículo 293 mantuvo el concepto de VIS como aquella que “se desarrolla para garantizar el derecho a la vivienda de los hogares de menores ingresos, que cumple con los estándares de calidad en diseño urbanístico, arquitectónico y de construcción sostenible”.
Y quedó especificado que el valor, en general, no podrá superar los 135 salarios mínimos mensuales legales vigentes, lo que corresponde a $175,5 millones.
Pero de igual manera, se estipuló que el valor de la vivienda VIS en Colombia será de 150 salarios cuando se trate de distritos o grandes poblaciones, es decir, en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, entre otras. En este caso, el tope será de $195 millones.
Mientras que con el nuevo salario mínimo para 2024, los valores de la vivienda de interés prioritario (VIP) pasarán de $104,4 millones hasta $117 millones.
El 2024 debe ser el año de la reactivación: presidente ejecutivo de Camacol
El año 2023 no ha sido fácil para miles de familias colombianas que esperaban una vivienda digna y formal, esto por cuenta del complejo panorama que ha afrontado la industria de la construcción de edificaciones.
De acuerdo con las cifras de Coordenada Urbana de Camacol, entre enero y noviembre de 2023 las ventas de vivienda de interés social (VIS) registraron contracciones del 50,9 %. Durante el año se han dejado de vender un total de 103 mil VIS y No VIS. La caída en ventas representa una pérdida en inversión de los hogares en vivienda cercana a los $19 billones.
El impacto también se refleja en la contracción de las iniciaciones, que durante 2023 caen 30,1 % en el segmento VIS y 22,6 % en la No VIS, representando el inicio de obra de 49.906 unidades menos frente al 2022, que, además, son indicio de menos metros cuadrados en proceso de construcción y menor demanda de mano de obra para el 2024.
También preocupa que en los últimos 12 meses 38 mil hogares han desistido de la compra de su vivienda, que representa un crecimiento de 72,7 % frente al registro del año anterior. El 78,4 % de las unidades desistidas fueron VIS (29.800), con lo cual el segmento incrementó el volumen de renuncias en 109,4 %.
En el último mes, Camacol realizó un estudio a 1.929 proyectos que reportaron desistimientos en lo corrido de 2023. El análisis permitió establecer que el 31 % de las renuncias VIS se explican por los cambios implementados por el Gobierno Nacional al programa Mi Casa Ya. A este factor le siguen las condiciones de los créditos hipotecarios, que explica el 25 % de los desistimientos en el segmento de VIS y dinámicas que afectaron los ingresos del hogar (13 %).
Respecto a los factores asociados a Mi Casa Ya, el 31 % de los hogares manifestaron haber renunciado por cambios asociados a la reducción del monto del subsidio, como consecuencia de la clasificación en el Sisbén. Por su parte, el 30 % de los hogares manifestaron haber renunciado por demoras en la asignación del subsidio, mientras que el 23 % lo hizo por demoras en el proceso de realización y publicación del resultado de la encuesta Sisbén IV.