La Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) anunció este miércoles, 27 de julio, la cuarta alza consecutiva de sus tasas de interés, en 0,75 puntos porcentuales, para llevarlas a 2,25-2,50 %, y prevé continuar este movimiento ante una inflación que sigue alta.

“Los recientes indicadores de gastos (de consumo) y producción se moderaron. Pero la creación de empleo siguió robusta en los últimos meses, y la tasa de desempleo sigue baja”, resumió el banco central al anunciar su decisión sobre los tipos de interés, en un comunicado publicado al final de la reunión de su comité de política monetaria (FOMC) iniciada el martes.

Se trata de la cuarta alza consecutiva de las tasas directrices del organismo: un cuarto de punto fue lo que subieron en marzo, medio punto en mayo, y tres cuartos de punto porcentual en junio, hasta entonces el mayor incremento desde 1994.

El FOMC “anticipa que nuevos incrementos de tasas directrices serán apropiados”, precisa el comunicado, en el que señala que el organismo permanece “muy atento” a los riesgos inflacionarios. La decisión fue adoptada unánimemente por los 12 integrantes del FOMC con derecho a voto, en una reunión que por primera vez desde 2013 tuvo a todos los miembros de este organismo de la Fed reunidos, sin faltas.

Ahora bien, luego de esto se espera que el presidente de la Fed, Jerome Powell, dé una rueda de prensa en las próximas horas, donde explique a profundidad las razones de esta decisión, mientras que los mercados esperan que esto ayude a fortalecer la economía de país.

Se espera que la agresiva postura de la Fed enfríe una inflación al rojo vivo que superó el 9 % en el acumulado a junio, la más alta en más de 40 años, sin descarrilar la mayor economía del mundo.

Entre tanto, el presidente Joe Biden está pagando el coste político del aumento de los precios, que achaca principalmente a la guerra de Rusia en Ucrania y ha disparado los precios mundiales de los alimentos y la energía.

Esto, mientras el presidente de la FED, Jerome Powell, y otros han dejado claro que están dispuestos a arriesgarse a una recesión y que seguirán subiendo las tasas de interés hasta que vean evidencias claras de que la inflación se acerca de nuevo a la meta del 2 %.

En cero, a principios de año, la FED elevó la tasa de interés de referencia a un rango de entre 1,50 y 1,75 %, provocando un aumento de las tasas hipotecarias, lo que ha frenado la venta de viviendas durante cinco meses consecutivos.

Los economistas afirman que este ha sido el ciclo de endurecimiento más agresivo de la FED desde la década de 1980, cuando la estanflación -estancamiento de la economía y espiral de precios y salarios- paralizó la economía estadounidense.

El reto es sofocar la inflación antes de que se afiance peligrosamente, pero sin enviar a la mayor economía del mundo a una recesión que repercuta en todo el mundo.

Mientras crece la inflación, con el precio de la vivienda tocando nuevos récords, hay indicios de que el ritmo de aumento ha empezado a disminuir, lo que podría permitir a la FED relajar su decisión de aumentar los tipos de interés.

Así mismo, el Producto Interno Bruto del primer trimestre en Estados Unidos se contrajo 1,6 %, y se prevé que el jueves se publique la primera lectura del periodo abril-junio. Aunque las previsiones de consenso apuntan a un crecimiento modesto, muchos economistas esperan un retroceso.

Dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo se consideran técnicamente una recesión, aunque ese no es el criterio oficial.

*Con información de AFP.