Debido a la pandemia, las empresas se han visto afectadas en su funcionamiento y un gran porcentaje del tejido empresarial colombiano ha tenido que cerrar o acceder a herramientas judiciales para poder mantenerse a flote.
De hecho, de acuerdo con la información registrada por la Cámara de Comercio de Bogotá, alrededor de 50.000 empresas cerraron en 2020 y los indicadores internacionales estiman que en Colombia el 15 % del ecosistema empresarial tendría que cerrar tras la emergencia de la covid-19.
En este sentido, hacer uso de las herramientas de recuperación empresarial puede ser el salvavidas para que las compañías eviten la quiebra y puedan mantenerse a flote.
Dinero Empresarial conversó con Nicolás Polanía Tello, socio de DLA Piper Martínez Beltrán, sobre los mecanismos de recuperación empresarial existentes y cuándo es conveniente hacer uso de ellos.
En primera instancia, según explicó Polanía, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los empresarios en el momento de una crisis es reconocer, efectivamente, que se encuentran en crisis.
“A veces los empresarios fallan al detectar esos signos que llevan a concluir que sus negocios pueden estar amenazados y eso genera que las decisiones que se tomen, aunque se conozcan, sean inoportunas, así que el primer gran reto es identificar la crisis a tiempo ya sea por las señales del mercado o por la imposibilidad de hacer los pagos corrientes de la compañía”, explicó el experto.
En este sentido, el éxito de una estrategia de recuperación económica radica en entender el momento exacto en el que se está entrando en una crisis y empezar a tomar decisiones informadas.
Ahora bien, explicó Polanía, existen dos grandes grupos de herramientas de las cuales puede echar mano un empresario para recuperar su empresa:
- Herramientas extrajudiciales como fusiones, escisiones, enajenación de activos, cerrar una línea de negocio, hacer acuerdos con sus acreedores o acuerdos de transacción, entre otros.
-Herramientas judiciales: estas se dividen en dos grupos, concursos liquidatorios diseñados para las compañías viables que se pueden salvar y los liquidarios que permiten que se liquiden los activos del deudor y pueda recuperar su entorno económico.
En cuanto a las opciones de reorganización y liquidación, Polanía asegura que son dos caras de la misma moneda que funcionan para resolver la crisis.
“Muchas veces estas opciones se equiparan con la insolvencia, pero esta es la manifestación de la crisis que puede surgir por cualquier fuente como una pandemia, pero, en la mayoría de los casos, cuando se manifiesta la insolvencia tomar decisiones es muy tarde”, explicó el experto.
Lo más objetivo es incentivar los arreglos extrajudiciales que se someten a la validación de un juez, que pueden tardar entre 90 y 120 días y que garantizan la reorganización efectiva de las compañías sean grandes o pequeñas.
El experto también destacó los decretos que surgieron a partir de la pandemia que ayudan a recuperar el tejido empresarial con un abanico de opciones que cobijan tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas.
¿Cuáles son las causas más recurrentes por las que una empresa entra en crisis?
Si bien existen factores externos como la pandemia, también hay otro tipo de causas recurrentes que han sido documentadas por la Superintendencia de Sociedades.
Dentro de las más frecuentes están, por ejemplo, los conflictos entre los socios, los errores en la administración, las malas decisiones de negocios e incluso la declaración de insolvencia en medio de crisis coyunturales que pueden ser resueltas con herramientas judiciales sin cerrar la compañía.
“También hay causas como la rápida expansión, empresas que crecen muy rápidamente y al no contar con una planeación a futuro se ven afectadas y tienen que cerrar. También vemos el sobreendeudamiento como causa recurrente. Hay una gran matriz de riesgos y para ello el administrador debe estar muy pendiente de todo lo que ocurre en su compañía”, añadió Polanía.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de un proceso de reorganización?
En primer lugar, aclaró el experto, existen mensajes erróneos sobre lo que es un proceso de reorganización porque se piensa que es estar en la quiebra y por eso se cree que van a traer problemas para la compañía.
Sin embargo, según Polanía, “estos mecanismos son muy útiles para resolver situaciones complejas frente a los acreedores cuando no es posible alinear los intereses de los implicados de manera directa, cuando una dispersión de la deuda es muy difícil”.
“Dependiendo del mecanismo, de si se contrata una asesoría particular o si se hace internamente, el costo de proceso puede ser de entre el 8 y el 10% del valor del pasivo pero bien llevado, el proceso puede generar ahorros que superan altamente sus costos”, aseguró.
Paso a paso para detectar la crisis
De acuerdo con el ejecutivo, lo primero que debe hacer el empresario para detectar una crisis es ver los números de su compañía, el flujo de caja, la permanencia, la concentración de sus fuentes, el comportamiento del mercado y entender el deterioro de su compañía.
“Antes de eso hay que sincerarse y eliminar los sesgos, pensar que reorganización es sinónimo de quiebra, que si se somete al proceso no se salva, por eso, es clave tener asesoría extra que entienda la situación de empresa y tomar la decisión a tiempo”, afirmó.
Además, es importante dialogar con los acreedores y convencerles de que esta alternativa es la mejor para la compañía y que, gracias a ella, habrá una recuperación, generar confianza para mantenerse en rumbo sin sentir producir inseguridad.
“En algunos casos hasta los mismos acreedores piden que se haga la reorganización de la empresa, eso demuestra que son herramientas que se probaron y que sí funcionan”.
“Les aconsejo a los empresarios que se informen, miren objetivamente su negocio y tomen decisiones lo antes posibles. Además, no crean en esos cantos de sirena que les dicen que estos procesos son para burlar a los acreedores y no pagarles sino que son todo lo contrario y que si lo hacen correctamente podrán lograr la recuperación de su empresa”, apuntó.
Aquí el programa completo: