Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que la brecha de género en los entornos empresariales no solo tiene implicaciones en equidad, sino que se ve directamente reflejado en los resultados del negocio.
Más de 13.000 empresas a nivel global han participado en el estudio que se realiza desde años atrás y el 57 % de estas señala haber percibido beneficios en creatividad, innovación y apertura de perspectivas en distintos frentes para sus organizaciones.
Sin embargo, el fenómeno del backlashing (miedo a una reacción negativa o a ser minimizadas) sigue permeando las salas de juntas, haciendo que las mujeres vacilen al compartir sus ideas, especialmente cuando sienten que no están en un espacio con condiciones igualitarias para expresarlas.
Esta situación se agrava cuando, en el marco de entornos de trabajo remotos o híbridos, las mujeres terminan ocultas tras el ‘silencio activo’ que deriva de la mediación tecnológica, en el que los dispositivos y servicios más tradicionales hacen más desafiante el ganarse unos minutos de tiempo al aire para compartir y construir ideas.
Para hacer frente a esta situación y generar entornos para la conexión en equidad, el equipo de TechHeroes, firma de soluciones para la conexión en modalidades de trabajo remoto, reveló una serie de recomendaciones para hacer que la tecnología juegue en favor de las voces que suman con ideas al negocio:
- Diseñar espacios de colaboración, creación y toma de decisiones acordes con las expectativas que se tienen de equidad para la organización: luego del compromiso real de la compañía con el balance de género, el paso siguiente es hacer un diseño coherente de las formas en las cuales se desarrollarán las sesiones y los modos en que se espera recibir y analizar las ideas de todos, para darle igual espacio a las propuestas tanto de hombres como de mujeres en cada sesión.
- Integrar soluciones tecnológicas que impulsen la equidad en la conexión: a través de sistemas de comunicación inteligentes es posible, no solo reconocer quién intenta hablar, sino también darle voz activa y automática durante las sesiones, sin que esto genere ruidos o incomodidades.
Soluciones de cámaras, micrófonos y otras apuestas inmersivas, buscan impulsar el diálogo a través de la inteligencia artificial al servicio de la construcción de ideas.
-Reafirmar las propuestas de las mujeres, evitando que las ideas originales queden diluidas por aparentes aportes hechos por otros en la sala: una mala práctica que se popularizó desde décadas atrás bajo el argumento de la competitividad laboral, es la de invisibilizar al autor intelectual de las propuestas en el marco de las reuniones, por lo que es importante seguir la línea de las conversaciones ratificando a sus creadores, mucho más si se trata de mujeres.
En este caso, la recomendación más sencilla es crear cadenas de diálogo que inicien con frases como ‘Siguiendo la idea presentada por tal persona, se me ocurre sumar tal idea’.
-Generar espacios de retroalimentación y conexión, más allá del seguimiento a proyectos: uno de los retos de las compañías en su camino hacia la innovación es el de lograr tener espacios no solo para avanzar con el día a día, sino también generar momentos de reflexión sobre la cultura y el propósito organizacional.
En las condiciones actuales, estas sesiones pueden ser híbridas y demandan un diseño metodológico y conectividad que garanticen conversaciones abiertas, donde el hablar y el escuchar sean parte de una actividad amable y cercana para todos los participantes.
“La mezcla entre mujeres y tecnología siempre ha sido vista como favorable y llena de posibilidades; ahora más que nunca, gracias a las soluciones de conectividad disponibles, vemos cómo los dispositivos ayudan a elevar sus voces y enaltecer las ideas que impulsarán el avance de las organizaciones en materia de equidad, con las positivas consecuencias en términos de rentabilidad e innovación”, concluye Katherine McAllister, gerente general de TechHeroes.