Hace 100 años, y al mismo tiempo que tenía lugar la Primera Guerra Mundial, la humanidad tuvo que enfrentar otra pandemia mucho más letal que la actual. Se le conoció como la gripe española, debido a que ese país fue el que más investigó y reportó sobre la enfermedad, aunque en realidad se cree que surgió en Kansas, Estados Unidos, y se pasó a Europa gracias al movimiento de las tropas en guerra. Los analistas Sergio Correia, Stephan Luck y Emil Verner, quienes trabajan en la Reserva Federal de EE UU, la Reserva Federal de Nueva York y el Massachusetts Institute of Technology, respectivamente, han tratado de comparar esa pandemia y sus efectos económicos con la actual crisis del coronavirus y sus conclusiones son bastante interesantes:
Primero Las ciudades que primero implementaron medidas de cuarentena o de aislamiento social y que las aplicaron de forma agresiva hace 100 años , tuvieron muchos menos muertos y se recuperaron más rápido económicamente hablando, una vez la pandemia terminó. De hecho, fueron las que más crecieron en el mediano plazo. Los investigadores incluso dicen que “la pandemia deprimió la economía, pero las intervenciones de salud pública no”. Según ellos, en los casos en donde reaccionaron por lo menos 10 días antes de la llegada de la gripe, el empleo manufacturero aumentó alrededor de un 5% en el periodo posterior a la enfermedad. Y en los lugares en donde esas medidas de distanciamiento se extendieron durante 50 días más, esa tasa se incrementó en un 6,5 %.
También afirman que el cierre de colegios, iglesia, teatros y la prohibición de reuniones públicas o funerales también redujeron la mortalidad y, “mitigaron las consecuencias económicas adversas de la pandemia”. Segundo La crisis económica que siguió a la gripe española fue mucho más dura que la que se podría esperar después del coronavirus. Sobre todo porque el final de esa pandemia coincidió con el de la Primera Guerra Mundial, que devastó gran parte de Europa y dejó países endeudados y con ciudades destruidas. Y también porque el virus de hace 100 años afectaba, sobre todo, a personas jóvenes y a adultos en sus años más productivos, a diferencia del actual coronavirus, que puede ser mortal en personas mayores de 70 años y a quienes ya tienen enfermedades de base.
Para los investigadores, además, la economía en el mundo actual está mucho más interconectada a nivel transnacional, y los servicios y las tecnologías de la información tienen un peso mucho mayor que en 1920. Tercero La gripe española, que afectó a la población entre enero de 1918 y diciembre de 1920, infectó a 500 millones de personas y mató a 50 millones, lo que provocó una reducción media del 18% en la producción industrial y generó quiebras de empresas y hogares. En las áreas más afectadas, la depresión económica duró hasta 1923. Algo similar puede pasar en este caso: la recuperación económica no será rápida y puede tardar algunos años. Pero como dijo Emil Verner, uno de los investigadores al diario El País, de Madrid, “una pandemia es económicamente tan destructiva por sí misma que las medidas restrictivas, si están bien diseñadas, ayudan a que el golpe sea menor”.
En el caso del actual coronavirus ya se ve esa relación, pues los países como Taiwán o Singapur, que tomaron las medidas más restrictivas al inicio de la pandemia, limitaron el crecimiento de la infección y parecen haber mitigado más las consecuencias económicas, que otros como Italia o España, que se demoraron en la contención.