La confirmación del Gobierno de que será necesaria una nueva reforma tributaria en el país cayó como un baldado de agua fría para millones de ciudadanos, que hoy no la pasan bien por cuenta de la pandemia. El anuncio fue hecho el viernes pasado por los viceministros de Hacienda, Juan Alberto Londoño y Juan Pablo Zárate, al presentar el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2020. Este documento es la hoja de ruta para que el país retome el camino fiscal y económico una vez se supere la crisis de la covid-19, que irá de la mano con el trámite de una reforma fiscal. Como todo proyecto de este tipo, su tránsito por el Legislativo —que se haría en 2021 o 2022— no será sencillo. De hecho, en el Capitolio hay un dicho: una reforma tributaria se sabe cómo entra, pero no cómo sale del Congreso.
En este caso, la situación sería igual o incluso más compleja. Normalmente, un cambio en los impuestos colombianos le permite al Gobierno de turno recaudar entre 5 y 6 billones de pesos, pero la administración Duque aspira a lograr 20 billones de pesos con esa iniciativa. "Estamos en una coyuntura muy especial por la pandemia (...). Creemos que Colombia tiene espacio para hacer esa corrección (en el mayor recaudo)", explicó el viceministro técnico de Hacienda, Juan Pablo Zárate. Los expertos y analistas celebraron el anuncio del Gobierno, a tal punto que señalaron que su trámite le permitirá a la nación mantener una senda fiscal responsable y sacar adelante la economía, justo cuando más lo necesita.