En 2020 el sector automotor frenó en seco. La pandemia, los confinamientos y las medidas adoptadas para contener los contagios de covid-19 desataron la peor crisis en la historia mundial de esta industria.
La Organización Internacional de Constructores de Automóviles (Oica) reveló hace unas semanas las cifras del desastre: calculó en 16 por ciento la caída en la producción global. En plata blanca, se fabricaron menos de 78 millones de unidades. Un frenazo inédito para una industria que mueve inversión, empleos y valor agregado.
Los analistas del ramo afirman que la caída en producción y ventas de 2020 anuló una década de crecimiento.
En Colombia también se vivió una parálisis. Las ventas de vehículos apenas llegaron a 173.000 unidades, en un año que, por el comportamiento de su primer bimestre, prometía buenos resultados luego de periodos de lánguidos frutos. Como ha ocurrido en otras industrias tras la caída de 2020, este año los empresarios decidieron levantarse, remangarse y volver a empezar.
Matthieu Tenenbaum, director de Sofasa, asegura que, como la crisis no dura para siempre, su compañía arrancó con todas las revoluciones. Tiene razones para el optimismo. Renault, la marca que ensambla Sofasa en su planta de Envigado, cerró el año pasado con la mayor tajada del mercado: 23 por ciento, por tercer año consecutivo. La meta de 2021 apunta a mantener el liderazgo, aprovechando que habrá una torta de mercado más grande. La expectativa de la industria es alcanzar ventas de 230.000 unidades en el país.
Para lograrlo, Sofasa puso en marcha estrategias con tres focos: en producción, buscan sacarle el mejor provecho a las inversiones ejecutadas en los últimos tres años; en comercial, profundizar y combinar su estrategia digital con la venta física; y, en mercadeo, planean mantener una fuerte dinámica de lanzamientos durante el año.
Tenenbaum explica que las inversiones ejecutadas en los últimos tres años ascienden a 300.000 millones de pesos, e incluyen mejoras en planta, proveedores, equipos e ingeniería, entre otros. Del total invertido, unos 80.000 millones de pesos se destinaron para adaptar la planta a la producción de nuevos modelos, entre ellos, la nueva Duster, que se ha convertido en uno de los productos más exitosos de la marca en el país y el exterior.
Esas inversiones le han permitido a la compañía mantener un ambicioso plan de exportación. De su producción total, Sofasa ha conservado un ritmo de ventas al exterior de entre 35 y 40 por ciento. Para este año, pretenden mantener o superar ese rango. Y con el reciente lanzamiento de Duster, Tenenbaum confía en cumplir la meta.
Esa es una de las líneas más exitosas de Sofasa: en los últimos nueve años desde que se lanzó esta camioneta en Colombia, se han fabricado 260.000 unidades, y, de ellas, 170.000 se han exportado. Todo un suceso para la compañía.
Sin embargo, el gran reto será recuperar el ritmo de la demanda para acelerar la producción de la planta. En Envigado existe una capacidad de 80.000 unidades, que incluso puede extenderse hasta las 90.000. Sin embargo, durante la pandemia la fabricación se redujo por causa de la menor demanda: el año pasado produjeron 38.000 unidades, de las cuales exportaron 14.000, entre Duster, Sandero, Stepway y Logan.
Asimismo, las apuestas en comercial y mercadeo son ambiciosas. La compañía planea acelerar los lanzamientos de nuevos modelos, y mantiene una red de 115 concesionarios, que en 2020 desarrollaron una robusta estrategia digital. Los resultados se ven: la virtualidad ya facilita entre 20 y 25 por ciento de las ventas.
Acelerar la operación es la brújula que guía las acciones de Sofasa este año. Tenenbaum cree que la carrera hacia la meta promete.