“La energía más costosa es la que no se tiene”, dijo Francisco Lloreda, presidente de la ACP (Asociación Colombiana de Petróleo), durante la audiencia pública alrededor del fracking que se adelanta en el Congreso de la República, a lo que Alejandro Sanoval, líder social ambiental del departamento de Antioquia replicó “la vida más costosa es la que no tiene agua”.
En ese tono se desarrolló la jornada convocada por la senadora Esmeralda Hernández, avanzando en el trámite del proyecto de ley que busca prohibir la técnica de fracturación para la extracción de hidrocarburos.
Múltiples argumentos se presentaron en la audiencia pública, unos para apoyar y otros para condenar y pedir definitivamente la sepultura del fracking.
El contexto de este debate es el de la transición energética, que busca dejar atrás el uso de los combustibles fósiles de manera paulatina, lo que llevó a varios de los intervinientes a expresar que no tiene sentido seguir en algo que no tiene futuro.
La parlamentaria Hernández expuso que los objetivos que busca el proyecto de ley van encaminados a prohibir el fracking, a prohibir la explotación y producción de hidrocarburos no convencionales, y a que se le otorguen dos años al Gobierno nacional para la expedición de la transición energética.
Dentro de sus argumentos expresó que el proyecto de ley tiene coherencia con la transición energética que promueve el gobierno, y “la gente votó y decidió que no sigamos dependiendo del extractivismo. Votó por desarrollo con justicia climática, por lo tanto, la iniciativa cuenta con el respaldo de la administración del país”.
Hernández puso en el debate que a las comunidades del Magdalena Medio se les prometió un desarrollo por cuenta de la explotación del petróleo, pero les quedó el hueco, el problema ambiental y el atraso. Pero además, se trata de un tema de supervivencia, de defensa de la vida en el planeta. “Estamos ante una crisis climática nunca antes vista. Aumento de temperatura y del nivel del mar, afectaciones por ola invernal desmesurada”, entre otros argumentos entregados por la senadora.
Por su parte, el presidente de la ACP, luego de sustentar los casos de países como Alemania, que reconsideran el fraking ante la inseguridad energética; o de Inglaterra, en donde acaban de levantar la prohibición a la exploración, pidió que se le dé la oportunidad a los pilotos de Fracking. “Por qué parar los proyectos piloto. Hacerlo es negarse a la ciencia, a la posibilidad de conocer con certeza si funcionan o no”.
Aunque Lloreda tiene las cifras según las cuales, el sector hidrocarburos pasará de aportar 34 billones de pesos en 2021, a 58 billones en 2022, el asunto no es económico, expresó la ministra de ambiente Susana Muhamad, es cuestión de vida en la Tierra.
“El fracking significa profundizar por 20 o 30 años más nuestra dependencia de combustibles fósiles. Tenemos que pensar si queremos utilizar el suelo para miles de pozos en tierras fértiles, o los vamos a usar para la agroecología que nos garantice el alimento”.
El presidente de la ACP, por su parte, sostuvo que “si el gobierno del presidente Gustavo Petro no quiere hacer fracking no lo hace. Es muy fácil hacerlo. Pero, por qué parar la investigación que podría establecer si es bueno o no. A la vuelta de 5 años no sabemos cuál será la situación energética del país. Tener esos estudios podría ser útil”, sostuvo.