Para Estados Unidos "la mayor amenaza no es Saddam Hussein sino la deflación", dijo la semana pasada Jerry Jasinowsky, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de ese país. Dada la capacidad instalada sobrante en muchos sectores productivos y la imposibilidad de las empresas de elevar los precios, el riesgo de deflación parece estar latente y ha comenzado a asustar a los directores de empresas y los mercados financieros. La deflación es un ciclo de caída de precios que induce a los consumidores a postergar la compra de productos o servicios porque esperan caídas aún mayores. En los últimos 12 meses los precios de carros, muebles, electrodomésticos, ropa, comunicaciones telefónicas, pasajes aéreos y cuartos de hotel bajaron entre 2 y 4 por ciento. La inflación total anual (excluida la energía) cayó a 1,1 por ciento, su nivel más bajo en 48 años. Los precios de ocho de 16 categorías de bienes y servicios que componen el índice de precios están a la baja. De ahí los temores.