LA SEMANA PASADA la compañía Gucci, propietaria de una de las marcas más afamadas de la moda internacional en el mundo se salió completamente de las manos de la familia que la creó. Mauricio Gucci, nieto del fundador, entregó el 50 por ciento de las acciones que todavía le quedaban en la empresa a Investcorp, un banco de inversión con sede en Bahrain, que asumió el control absoluto de la compañía. El acuerdo, que puso fin a un largo conflicto entre las partes, fue recibido con tristeza por los italianos, agobiados por una seguidilla de escándalos políticos y financieros. Aunque no se reveló el monto de la negociación, los expertos estiman que Investcorp pudo haber pagado cerca de 170 millones de dólares. Eso fue lo que le costó la primera mitad en 1988.