El crecimiento económico depende de dos fuerzas fundamentales: la geopolítica y la tecnología. Estas fuerzas trabajan juntas como el campo eléctrico y el campo magnético en la física: una no puede existir sin la otra. La geopolítica organiza, establece las reglas y crea el mindset institucional, como una tecnología social que habilita el progreso. La tecnología, por su parte, es el motor que impulsa la productividad y, en última instancia, define qué nación dominará en el largo plazo.

Si entendemos esta interacción, podemos identificar las dos grandes dinámicas que moldean el crecimiento económico: difusión tecnológica y convergencia tecnológica. Al comprender estas dinámicas, podemos construir un portafolio alineado con las fuerzas que están transformando el mundo.

1. La difusión: especialización y globalización

En un mundo de difusión, un poder hegemónico organiza el comercio global, asegura la estabilidad y reduce los costos de transacción. Esto ocurrió bajo el Imperio británico en el siglo XIX y con la Pax Americana tras la caída de la Unión Soviética. Durante estas épocas:

  • Difusión global de tecnologías e instituciones: las tecnologías dominantes (como Internet) y las instituciones hegemónicas (como la democracia) se expandieron globalmente.
  • Oportunidades en mercados emergentes: las inversiones más atractivas se encontraban en mercados donde la innovación tecnológica aún no había llegado completamente.
  • El sistema eurodólar como pilar financiero: este sistema permitió la creación de crédito en dólares fuera de la Reserva Federal, actuando como el motor de la globalización.

El eurodólar facilitó el carry trade, una estrategia en la que los inversores pedían prestado en monedas con bajas tasas de interés, como el dólar offshore o el yen japonés, para invertir en activos más rentables en mercados emergentes. Esta práctica:

  • Generó enormes flujos de capital hacia economías en desarrollo, donde los rendimientos eran significativamente más altos.
  • Permitió a los bancos offshore expandir el crédito global sin pasar por la regulación de los bancos centrales.

Este sistema fue altamente rentable durante décadas, pero hoy muestra grietas que desafían su viabilidad.

2. El fin del eurodólar (dollar offshore): una nueva era de escasez

El sistema eurodólar, que llegó a manejar más de 23 billones de dólares en circulación, permitió a los bancos offshore crear crédito en dólares, fomentando la expansión global. Sin embargo, enfrenta ahora desafíos estructurales:

  • Subida de tasas: la Reserva Federal y el Banco de Japón han elevado tasas de interés, encareciendo los préstamos en dólares y haciendo insostenible el carry trade en muchos mercados emergentes.
  • Escasez de dólares offshore: la contracción de liquidez en el sistema eurodólar ha reducido los flujos hacia mercados emergentes, debilitando sus monedas y activos financieros.
  • Volatilidad creciente: la dependencia de muchas economías emergentes del carry trade las hace vulnerables a las oscilaciones abruptas en las tasas de interés y en la disponibilidad de crédito, creando grande depreciaciones de la moneda local y un dólar fuerte.
  • Bitcóin y Web 3.0: tecnologías descentralizadas están comenzando a ofrecer alternativas al sistema financiero tradicional, desafiando el monopolio del crédito dolarizado.

El fin del carry trade como lo conocemo, es más que un ajuste en los mercados: marca el inicio de una nueva era donde la rentabilidad ya no se basa en diferenciales predecibles de tasas, sino en innovación y convergencia tecnológica.

3. La convergencia: un nuevo paradigma

A diferencia de la difusión, la convergencia tecnológica ocurre cuando múltiples megatendencias compiten por convertirse en el próximo diseño dominante: inteligencia artificial, vehículos eléctricos, energía solar, fusión nuclear, Web 3.0 y biotecnología. Este es un período caótico, donde:

  • Ausencia de un poder hegemónico claro: las reglas del juego son inciertas, lo que incrementa la tensión geopolítica.
  • Reconfiguración de cadenas de valor: las economías buscan depender menos de estructuras globalizadas y están migrando hacia modelos más locales.
  • Selección estratégica sobre diversificación: apostar a todas las megatendencias puede ser un error. La flexibilidad y la capacidad de identificar la convergencia antes que los demás serán determinantes.

Así como a principios del siglo XX la convergencia de la industria química, eléctrica y petrolera creó el motor de combustión interna, hoy estamos al borde de una nueva convergencia tecnológica que transformará la economía global. Pero no está claro cuál será el diseño dominante.

  • ¿Será bitcóin como la capa monetaria del Internet?
  • ¿Será la inteligencia artificial el motor de un nuevo sistema de producción?

4. Bitcóin: la alternativa al sistema offshore

Bitcóin nació en 2008 como una respuesta directa al colapso financiero causado por los bancos offshore y su exceso de apalancamiento. Su potencial radica en eliminar el privilegio de estos bancos para crear crédito en dólares. En lugar de depender de un sistema oligopólico, Bitcóin ofrece:

  • Independencia de los bancos: una red global que no responde a ninguna autoridad central, ni controlada por un oligopolio de bancos, donde no se puede imprimir dinero.
  • Resiliencia: ofrece un sistema robusto, inmune a los problemas de confianza y apalancamiento excesivo.
  • El Internet como la nueva infraestructura monetaria: bitcóin podría convertirse en la capa monetaria del Web 3.0, reemplazando al sistema eurodólar en un mundo multipolar.

Bitcóin no solo desafía al sistema financiero, sino que ofrece un marco para repensar cómo las economías emergentes pueden atraer capital en un mundo donde el carry trade ya no es la solución.

5. Cómo invertir en un mundo multipolar

Estamos viviendo la transición de la globalización al localismo, de la difusión a la convergencia. Este nuevo paradigma requiere un cambio en la estrategia de inversión:

  • Flexibilidad primero: en un período de convergencia, en el que muchas tecnologías compiten, mantener liquidez es fundamental para adaptarse rápidamente al próximo diseño dominante.
  • Selección sobre diversificación: no todas las megatendencias sobrevivirán. La clave está en identificar cuáles convergerán para formar el próximo motor de la economía.
  • Bitcóin como cobertura: en un mundo de incertidumbre, bitcóin ofrece una alternativa resiliente al sistema financiero tradicional.

Conclusión:

El sistema que definió las últimas décadas —globalización, eurodólar y diversificación— está siendo reemplazado por un nuevo modelo basado en localismo, convergencia y tecnologías descentralizadas.

El carry trade, que fue un pilar de rentabilidad durante décadas, está siendo reemplazado por estrategias que priorizan flexibilidad e innovación.

El reto no es solo entender estos cambios, sino actuar antes de que sean evidentes para todos. En un mundo donde las reglas del juego están cambiando, la verdadera ventaja estará en ver lo inevitable antes de que ocurra.

¿Estás listo para invertir en un mundo multipolar?