Durante los últimos años, las empresas han venido delegando la escogencia de sus principales cargos a compañías especializadas en la consecución de talento. Es claro que tienen la experiencia y la metodología para hacerlo, como, por ejemplo, las pruebas psicotécnicas. Desafortunadamente, carecen de algo que yo considero primordial: no conocer la compañía. Por eso siempre la decisión final de reclutamiento debe hacerse desde adentro.
Estas son las cualidades que debe tener un buen empleado. El peso de cada una en la evaluación dependerá del cargo y de la filosofía de la empresa.
1. Buena actitud: tener una mentalidad positiva y optimista.
2. Creatividad: proponer ideas y pensar por fuera de lo convencional.
3. Inteligencia emocional: manejar bien las emociones en momentos de presión.
4. Proactividad: tener iniciativa y adelantarse a los problemas.
5. Pasión por el trabajo: tener compromiso y entusiasmo por lo que hace.
6. Flexibilidad: tener la capacidad de adaptarse a los cambios y a nuevas situaciones que se le presenten.
7. Ganas de crecer y aprender: estar lo suficientemente motivado para crecer y mejorar día a día.
8. Mentalidad ganadora: poder ver los errores como un escalón más para aprender y llegar a las metas.
9. Comunicación efectiva: tener la capacidad de comunicarse fluidamente y de escuchar y respetar a cualquiera.
10. Trabajo en equipo: tener una actitud de colaboración y apoyo con sus compañeros de trabajo cuando se requiera.
11. Empatía y amabilidad: debe ser importante el bienestar de los demás, independiente de su jurisdicción y mando.
12. Capacidad de resolver problemas: poder resolver obstáculos que se presentan en el diario vivir.
Como se puede ver, en una entrevista o en unas pruebas es muy complicado detectar todos estos atributos. Es más, existen personas especializadas en timar y hacer pensar al entrevistador que se tienen más cualidades de las que realmente se tienen.
Obviamente, también es importante contratar personas inteligentes. Pero existen diferentes clases de inteligencia. Para mí la más importante es la inteligencia emocional. Creo que todos, durante nuestra vida laboral, nos hemos encontrado con personas muy inteligentes, que todo lo saben, pero que no tienen la capacidad de crear vínculos. No saben trabajar en equipo y no delegan. Terminan generando un mal ambiente que es perjudicial.
Al final, independientemente de todos estos atributos, lo más importante es poder trabajar con buenos seres humanos, que la inteligencia artificial define como “alguien que actúa de manera compasiva, bondadosa, humilde y que busca el bienestar de los demás”. Algunas características de un buen ser humano son:
- Reconocer a los demás como pares y respetarles.
- Demostrar valores morales.
- Tratar a los demás con justicia.
- Esforzarse por tener un impacto positivo en el mundo.
- Ayudar a su familia y comunidad.
- Devolver los favores.
- Ser valiente.
- Dividir los recursos de forma equitativa y justa.
- Respetar los bienes de los demás.
La definición es un concepto amplio que engloba un conjunto de conductas, actitudes, motivaciones y cogniciones. Además, es una cualidad subjetiva que puede ser evaluada por cualquier persona, y que se ve influenciada por muchos factores, como la historia de vida, la personalidad, el contexto social y familiar.