Estamos a pocos días para que realicen las elecciones en Estados Unidos, que —por cierto— están para alquilar balcón; aunque el voto popular está empatado, durante los últimos veinte años siempre ha sido ganado por los demócratas. Todos sabemos que esto no define nada. Son los delegados al colegio electoral por cada Estado los que al final eligen al presidente de este país.
Así como en el mundo, las diferencias ideológicas entre los dos partidos preponderantes se han acrecentado, el partido demócrata cada vez más a la izquierda y el republicano hacia la derecha; muchísimos de los planteamientos y pensamientos de Kamala Harris —la candidata demócrata— terminan siendo muy parecidos a los de Petro. Asombra que en la cuna del capitalismo pueda llegar a ganar este pensamiento o ideología.
Los puntos claves sobre los cuales ha girado la campaña han sido todo el tema migratorio, los impuestos, lo que tiene que ver con el género, el aborto, la tenencia de armas y —por supuesto— el tema religioso.
Hay unos estados en los que, ya se da por descontado, va a ganar uno y otro bando. Por ejemplo, California siempre ha sido demócrata, mientras que un estado como Texas es históricamente republicano.
A ninguno de los dos candidatos le alcanzan los delegados para ganar con estos estados. Se necesitan 270 delegados. Dependen de los que llaman switch, que son estados en los que no existe una preponderancia de ninguno de los dos partidos. Estos estados son siete y lo más seguro es que sólo de uno dependa la presidencia de Estados Unidos. Este estado es Pensilvania.
En cuanto a los grandes donantes, lleva la delantera Harris, que ha recibido recursos muchísimo más grandes que Trump, este respaldado por Elon Musk, el hombre más rico del mundo.
Ninguno de los dos candidatos da garantías ni tranquilidad, pero existen temas que hacen muy difícil estar del lado demócrata en estas elecciones, tales como:
La cercanía de Kamala Harris a George Soros, personaje que ha venido desde su ONG, Open Society, respaldando a todos los izquierdistas y progresistas del mundo como Petro. Es marcada su cercanía con la ideología Wok y la Agenda 2030. Gran defensor del aborto y de todos los temas relacionados con la ideología de género.
También es relevante la falta de conocimiento económico de la candidata, tema hoy relevante para la mayoría de los estadounidenses.
Además de las encuestas en Estados Unidos, existe el Polymarket, que es un mercado de apuestas sobre quién va a ganar las elecciones. Funciona igual a cualquier mecanismo de apuestas deportivas. En este mundo la ventaja la tiene Trump. Es de más de 30 puntos. Esto se hace relevante por la estrechez de las encuestas y que no haya un claro ganador. Trump también gana en el Polymarket de los siete estados que siguen en disputa.
Nada está dicho. Cualquier cosa puede pasar. Para Colombia, hasta ahora, ha sido indiferente si ganan los demócratas o los republicanos. Siempre se ha tenido una buena relación diplomática. En esta ocasión, podría cambiar por Venezuela. Creo que Trump sería mucho más fuerte contra esta dictadura. Eso nos ayudaría bastante en nuestro futuro.