Los datos son un poco sorprendentes. Según la OMS, una de cada cuatro personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. Sin embargo, solemos pensar de manera individual que eso le pasa a otros tres diferentes a mí mismo. Y es evidente que no pensamos que las cosas nos puedan tocar personalmente, ya que entre el 35 % y 50 % de las personas no reciben ningún tratamiento, antes condiciones de salud mental.

¿Qué nos pasa? Seguimos viviendo la vida en automático, pensando que no tenemos tiempo. La frase que más nos gusta es justamente decir que no tenemos espacio en nuestras apretadas agendas para auto cuidarnos.

Tampoco como líderes vemos las señales de alerta. Durante la pandemia tuve que ver casos de depresión negada, es decir estos casos donde el ambiente trataba de normalizarse a través de todo va a estar mejor, solo necesito dormir mejor.

Hoy estamos sometidos a mucha más presión que antes. Es obvio porque la vida es pública, todo se sabe, todo se muestra, todo se imita. Diría que hoy la mayoría de los mortales vive en un proceso de comparación permanente donde lo más importante es encontrar el éxito.

El tema es que la definición de éxito en general está por fuera, no por dentro de cada uno. Cada vez que indago más las respuestas son recurrentes, el éxito está en tener más, no en ser feliz con menos. En lograr reconocimiento de otros, aunque eso me cueste no dormir, no comer bien o incluso atentar contra la propia integridad.

Carolina vivió varios años montada permanentemente en un avión de un lado a otro. Fueron años con hijos pequeños y retos enormes laboralmente. Pasaba noches sin dormir en aviones para poder estar más tiempo con sus hijos y seguía en un ritmo sin parar que de alguna manera hoy se lo está cobrando el cuerpo, se lo cobra su salud.

Cuando tenemos menos de 40 años creemos que nuestras vidas son eternas. Un seguro de vida es muchas veces impensable y la jubilación se ve lejos, muy lejos. Pero la vida pasa volando y en algún momento todos llegaremos a ese momento donde ves que muchos que trabajan contigo pueden ser hijos tuyos. ¿Cuidarse entonces tiene edad? Creo que no. Lo que no podemos es abusar de la máquina cuando está más nueva.

Y es que otra cifra me puso a pensar. 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida. Eso es casi diez veces la población de Colombia. ¿Qué nos hace pensar que estamos eximidos de las cifras?

Creo que es un momento para tomar el tema en serio. No pienses en que esa sensación se va sola, no normalices que tengas insomnio, no veas como algo que les pasa a todos cuando no quieres levantarte de la cama. Hay que pedir ayuda si sientes que algo te falta.

Hoy es muy común vivir en una sobre exigencia por el logro. Hay que soltar el control y dejar fluir, ya que solo de esta forma podremos tener un poco más de calma mental. Vivir en el pasado nos puede llevar a una depresión por lo que se pudo hacer diferente y vivir en angustia por el futuro nos puede llevar a una crisis de ansiedad. El llamado es vivir aquí y ahora. Tan simple y a la vez tan complejo.

Quisiera resaltar una frase que me llegó profundamente cuando leí el poder del ahora y que veo pertinente para cerrar esta reflexión. El momento presente es el campo en el cual transcurre el juego de la vida. No puede jugarse en ningún otro lugar. Una nueva tierra. Eckhart Tolle.