Una semana bastó para que cayera una de las compañías más prometedoras del ecosistema de criptomonedas mundial. Se trató de FTX, empresa creada en 2019 por Sam Bankman-Fried, la cual estuvo avaluada en 19 billones de dólares, en el estándar anglosajón.

FTX se declaró en bancarrota el viernes pasado y con ello terminó una promesa que recibió inversión de fondos como Sequoia Capital, Softbank y BlackRock, entre otros.

La empresa, que ofrecía servicios de trading con criptomonedas, se consolidó como un símbolo en la industria por su cercanía con inversionistas institucionales y su ejecución: reportó que sus ingresos habían pasado de 90 millones de dólares, en 2020, a un billón de dólares en 2021. Sin embargo, en tan solo tres días su plataforma experimentó salidas de capital por un valor de seis billones de dólares. Cada revolución tecnológica empieza con un big bang de posibles implementaciones. Algunas florecen rápidamente como los grandes ganadores. No obstante, son un gran espejismo. El verdadero due diligence es una gran purga que amenace con la extinción de toda la industria.

Los sobrevivientes serán una gran oportunidad de inversión en el marco de esa revolución tecnológica. La naturaleza no diversifica, selecciona.

Archegos: 20 billones de dólares perdidos en dos días

En 2021, Bill Hwang dirigía el fondo Archegos Capital, el cual se había apalancado en acciones de Viacom CBS y Discovery, también en las empresas chinas Baidu, Tencent Music y Vipshop.

Cuando el valor de estas acciones cayó, el fondo empezó a perder dinero y buscó, a través de bancos, garantías para mantener sus posiciones. Sin embargo, no lo consiguió y se comenzaron a liquidar sus posiciones, las cuales alcanzaron los 30 billones de dólares.

El punto es que Archegos muchas veces prometió la misma garantía con diferentes bancos, que no tenían esta información. Con esta práctica, el fondo logró controlar más de 160 billones de dólares en activos. Pero todo era humo. No había una valoración de mercado real, porque Archegos era el mercado.

¿Cuál es la relación con FTX? Que a diferencia de Bill Hwang, la plataforma usaba su propio token nativo para la estafa. Su token FTT era inflado y usado como garantía para desviar los fondos de los usuarios:

  • FTX emite tokens FTT.
  • La empresa comercial de FTX, Alameda Research, compra esos tokens a bajo precio.
  • FTX bombea FTT al mercado.
  • Alameda deposita monedas FTT infladas con FTX como garantía y pide préstamos.

Es esencialmente lo que hizo Bill Hwang, solo que los usuarios de FTX fueron los prestamistas involuntarios.

El domingo pasado, la situación había empeorado. No solo Bankman está siendo investigado por las autoridades, sino que trató de vender FTX a su rival, Binance, con el fin de obtener liquidez. La compra no se realizó y el escándalo alcanzó la prensa mundial.

El sábado, la cuenta en Twitter de la compañía anunció que la empresa fue hackeada y perdió 600 millones de dólares. La caída de FTX nos muestra que solo es seguro manejar estos activos a través de billeteras físicas o en inglés, hardware wallets. Irónicamente, el mundo crypto nació para no depender de la centralización. Eso es justamente lo que hoy colapsa con FTX.