Todos están hablando de burbujas en estos días. Los mercados han subido, las valoraciones tecnológicas están alcanzando nuevos máximos, y parece que cada día trae advertencias de un colapso inminente. Pero las burbujas no se tratan solo de precios, se tratan de psicología. Y si la historia nos enseña algo, es que hay una diferencia entre la fase de ‘crecimiento’ de un mercado alcista y la fase de ‘manía’ que le sigue.
Ahora mismo, no estamos en plena manía, pero estamos cerca. Estamos en la transición: el punto donde el mercado empieza a sentirse diferente, pero aún hay oportunidades. La clave para prosperar en esta fase no es solo mantenerse racional, sino tener un plan claro de salida.
Mi gráfico favorito muestra el precio del Nasdaq dividido por la oferta monetaria. Esto elimina el ruido de la impresión de dinero de los bancos centrales, brindando una imagen más clara de lo que realmente está ocurriendo bajo la superficie.
Las tres fases de un mercado alcista: lecciones de la era dot-com y hoy
Los mercados alcistas siempre siguen un ritmo, pasando por tres fases: ‘descubrimiento’, ‘crecimiento’ y ‘manía’. Estas fases pueden verse diferentes cada vez, pero su dinámica central permanece igual. Comprenderlas es crucial para navegar por los altibajos de cualquier ciclo de mercado.
Desglosémoslas, sacando lecciones de la era dot-com y viendo cómo se compara el mercado actual.
Fase de descubrimiento (1990–1994)
La fase de descubrimiento es cuando surgen nuevas ideas, pero pocos reconocen su potencial completo. A principios de los años 90, después del colapso de la burbuja de activos en Japón, el internet apenas comenzaba a tomar forma. Empresas como Netscape estaban plantando las semillas de lo que estaba por venir, pero la mayoría de los inversores seguían siendo cautelosos. El Nasdaq rondaba los 400, lejos del crecimiento explosivo que veríamos más tarde.
Analogía con el presente: la fase de descubrimiento en el mercado actual tuvo lugar entre 2014 y 2020. La computación en la nube, la inteligencia artificial y la blockchain eran tecnologías emergentes, pero su potencial transformador aún no había captado completamente la atención del mercado. El Nasdaq estaba subiendo, pero no al ritmo frenético que veríamos más tarde.
Lección del descubrimiento: la fase de descubrimiento es silenciosa. Es cuando los visionarios a largo plazo comienzan a hacer sus apuestas, posicionándose para el futuro mientras otros esperan en las líneas laterales. Aquí es cuando se siembran las semillas del crecimiento futuro.
Fase de crecimiento (1994–1998)
Durante la fase de crecimiento, el mercado empieza a notar. Entre 1994 y 1998, el Nasdaq subió constantemente de 400 a 1.400. Aún no era euforia, pero sí un período de crecimiento sostenido y saludable. Sin embargo, los inversores enfrentaron cuatro correcciones significativas, cada una mayor al 15 %. Aunque estas correcciones fueron desconcertantes, presentaron oportunidades de oro para aquellos con un plan claro.
⦁ Enero 1994 a abril 1994: una caída del 15 % debido a los temores de una subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
⦁ Julio 1996 a diciembre 1996: una corrección del 17 % impulsada por preocupaciones sobre las valoraciones de las tecnológicas.
⦁ Marzo 1997 a abril 1997: una caída del 15 % en medio de la volatilidad del mercado.
⦁ Octubre 1997: la crisis financiera asiática provocó una caída del 15 %, pero el mercado se recuperó.
Analogía con el presente: la fase de crecimiento actual comenzó en 2020 y ha continuado hasta 2024. Las acciones tecnológicas han liderado el crecimiento, impulsadas por innovaciones en la computación en la nube, la inteligencia artificial y el comercio electrónico. Al igual que en la era dot-com, hemos visto correcciones, como en 2022 cuando los temores inflacionarios afectaron, pero esos momentos han sido oportunidades de compra para quienes estaban preparados.
Lección del crecimiento: durante la fase de crecimiento, el impulso se acumula y las correcciones son breves. Es fácil sentirse confiado, pero este es el momento en el que debes comenzar a prepararte para lo que viene. La fase de manía trae ganancias más rápidas, pero también mayores riesgos. Tener un plan claro se vuelve esencial.
Fase de manía (1998–2000)
La fase de manía es cuando el mercado se descontrola. Entre 1998 y 2000, el Nasdaq pasó de 1.400 a más de 5.000. Las ganancias fueron increíbles, pero estaban construidas sobre cimientos inestables. Las valoraciones alcanzaron niveles absurdos y las empresas sin ingresos se cotizaban a precios astronómicos.
Así es como se veía la fase de manía durante la burbuja dot-com:
⦁ Agosto 1998 a octubre 1998: una caída del 19 % durante la crisis financiera rusa y el colapso de LTCM, seguida de una fuerte recuperación.
⦁ Julio 1999 a agosto 1999: una corrección del 15 % cuando la toma de ganancias golpeó el mercado, solo para ver que las ganancias se reanudaron.
⦁ Septiembre 1999 a octubre 1999: una caída del 16 % antes de otro repunte.
⦁ Marzo 2000 a mayo 2000: la burbuja comenzó a estallar, con una caída del 30 % cuando cundió el pánico.
⦁ Agosto 2000 a octubre 2000: una caída del 23 % a medida que el mercado continuaba desmoronándose.
⦁ Noviembre 2000 a febrero 2001: la crisis dot-com estaba en pleno apogeo, con el Nasdaq perdiendo 28 %.
Analogía con el presente: estamos a punto de entrar en la fase de manía, probablemente desde agosto 2024 hasta septiembre 2025. Al igual que a fines de los 90s, es posible que veamos ganancias rápidas y eufóricas durante este tiempo, pero los riesgos también se multiplicarán. Las valoraciones se volverán insostenibles y las correcciones golpearán con más fuerza.
Lección de la manía: aquí es donde la mayoría de los inversores pierden. Las ganancias llegan rápido, pero también lo hacen las correcciones bruscas. La clave para sobrevivir no es solo mantenerse racional; es tener un plan claro de salida. Saber cuándo tomar ganancias y retirarse antes del inevitable colapso.
Cómo jugar el juego: las reglas de la transición
⦁ No te pelees con el mercado: la transición hacia la manía no significa que sea el momento de salir completamente. De hecho, la fase de manía suele traer las mayores ganancias. Pero también es donde la volatilidad se dispara. Ten una estrategia para tomar ganancias y no te dejes arrastrar por las acciones que están subiendo sin un plan de salida.
⦁ Busca fortaleza: Durante la fase de manía, no todas las empresas sobrevivirán al colapso. Concéntrate en aquellas con ingresos sólidos, verdadero potencial de crecimiento y fundamentos sólidos. En la burbuja dot-com, las empresas especulativas fueron arrasadas, pero compañías como Amazon prosperaron.
⦁ Monta las olas, pero prepárate para salir: la fase de manía es volátil. Vendrán correcciones, pero también rebotes. No entres en pánico frente a caídas bruscas, pero tampoco te dejes llevar por la codicia. Ten una estrategia clara de salida y cúmplela. Conocer tu tolerancia al riesgo es fundamental.
⦁ Sal en tus propios términos: mantenerse racional en medio de la euforia es importante, pero más importante es saber cuándo salir. Ten un plan claro sobre cuándo tomarás ganancias y cúmplelo. La parte más difícil de la fase de manía es resistir la tentación de creer que el mercado seguirá subiendo para siempre.
¿Por qué aún no estamos en una burbuja?
¿Estamos en una burbuja? Aún no. Las burbujas ocurren cuando los mercados se desconectan de la realidad. Aunque el mercado actual está empezando a mostrar signos de exuberancia, aún no está completamente desconectado de los fundamentos. Las burbujas tienden a formarse en períodos de bajo crecimiento pero alta liquidez. La liquidez es la dopamina del mercado, alimentando el ascenso.
Las burbujas también necesitan un chivo expiatorio: una clase de activos en crisis. Entre 1998 y 2000, el capital que huía de los mercados emergentes ayudó a alimentar la burbuja de las dot-com. Hoy estamos en una transición de crecimiento constante a manía, y aunque hay más riesgos, también hay más oportunidades, si sabes cómo navegarla.
Los últimos cuatro años han sido de crecimiento constante. El próximo año o dos se tratarán de ganancias rápidas y riesgos elevados. Pero la clave del éxito es simple: no solo te mantengas racional, ten un plan. Aquellos con una estrategia clara de salida aún pueden encontrar éxito en la fase de manía. Solo prepárate para un viaje lleno de altibajos.