En términos de negocios se le dice vaca lechera al producto o al segmento de una compañía que más produce o genera ganancias, y sobre la cual se debe apalancar el negocio para el desarrollo de nuevos productos, investigación y desarrollo. El día que no haya vaca lechera será más difícil crecer y generar valor, por esta razón siempre se debe tener bien cuidada.

Desde la llegada al poder de Petro se ha venido demonizando el sector. De hecho, se le ha declarado una guerra implacable. Aun así, el sector de los hidrocarburos sigue siendo el que más réditos nos da, pero increíblemente en un año ya se nota su deterioro.

Cabe anotar que es un sector que no es solo importante por los recursos que genera, sino también por la seguridad energética a futuro del país. El simple hecho de pensar que nuestras reservas petroleras se disminuyan y nos volvamos importadores de crudo y sus derivados, da pánico.

Dentro de los factores que más preocupan para el futuro es el paro en la exploración, bien sea por falta de nuevas concesiones o por falta de recursos o seguridad en las regiones. Mantener al menos siete años de reservas es fundamental para la economía. Nada más, pensando en las inversiones hechas en infraestructura de transporte de gas natural, sería una locura parar su crecimiento.

Otro factor relevante y que hemos podido ver este año con más fuerza que años anteriores, es la fuerte inversión extranjera que sigue llegando a este sector, de lejos la más grande. Parte de la revaluación del peso este año se ha debido a esto, aunque a mi modo de ver es preocupante que esa intensidad en la llegada de recursos del sector sea más por susto que por crecimiento a futuro, que las petroleras quieran ralentizar su producción mientras puedan hacerlo, dado el discurso anti petróleo del Gobierno.

Si recordamos el año pasado en la Reforma tributaria se aumentaron fuertemente los impuestos al sector de hidrocarburos, pues este aumento ha tenido ya un efecto en las utilidades de Ecopetrol. Si bien durante el primer semestre de este año las ventas de la compañía solo disminuyeron alrededor de un cuatro por ciento, sus utilidades lo hicieron en más del cuarenta por ciento; esto le debe estar pasando a todo el sector, disminución de utilidades y márgenes en un sector que, por el hecho de estar atado a la volatilidad del petróleo, debe tenerlo.

En el caso específico de Ecopetrol el aumento impositivo termina pasando al Gobierno los recursos de un bolsillo a otro, entran como impuestos y no como dividendos, los que terminan recibiendo menos recursos e ingresos son los accionistas minoritarios y los fondos de Pensiones que reciben menos dividendos y réditos por sus inversiones.

Unas menores utilidades e indicadores de Ecopetrol termina generándole al país un detrimento del valor de la compañía. A medida que sus indicadores bajen, el precio de la acción también lo hará. Vale la pena decir que el precio de la compañía ha sido en parte resiliente al mal manejo comunicacional, administrativo y operacional que ha tenido este último año.