Según informes de prensa, un juzgado de Delaware anuló el paquete salarial de 55 mil millones de dólares de Tesla para Elon Musk al determinar que la remuneración sin precedente fue aprobada de manera indebida por la junta directiva del fabricante de automóviles eléctricos y había defraudado a los accionistas de la compañía. De acuerdo con la sentencia, esa retribución era 250 veces superior a la mediana del plan de retribución contemporáneo y más de 33 veces superior a la comparación más cercana del plan, que era el de retribución anterior de Musk.

¿Se merece Musk una compensación de 55 mil millones de dólares? En opinión de este columnista no se la merece. Y no se la merece por una serie de consideraciones de fondo:

  • La primera es que lejos de ser óptimos, los resultados de Tesla dejan mucho que desear. La empresa no solo no ha cumplido las metas de ventas, EBITDA, y utilidades, sino que ha tenido que disminuir de manera sustancial los precios de sus vehículos. Lo de Robotaxi es un sueño al que le faltan muchos años para concretarse.
  • El mercado de valores ha castigado de manera importante la acción de Tesla, en buena parte porque no se han cumplido las metas, pero también por el hecho de que cada día la competencia en el sector de vehículos eléctricos es más intensa.
  • Musk ha cometido una serie de graves equivocaciones estratégicas, siendo la primera la incapacidad de producir un vehículo de precio moderado en donde se encuentra el grueso de los consumidores.
  • Musk también ha descuidado el diseño de los carros que hoy hacen parte del portafolio de Tesla. Hoy todos sus modelos, con excepción del Cyber Truck, lucen anticuados y pasados de moda. Por el contrario, los vehículos de sus competidores son modernos y atractivos.
  • Tesla sufrió un duro revés que ha debido anticipar y es la venta de la totalidad de su flota eléctrica por parte de la empresa Hertz. Esta medida no solo inundó el mercado con Teslas usados, sino que dio al traste el que otras empresas consideren comprar Teslas en un futuro inmediato.
  • Musk no se dio cuenta de los pasos de animal grande de otras empresas fabricantes de carros y otros vehículos, eléctricos y convencionales, como es BYD, una empresa china que cuenta entre sus principales inversionistas al legendario Warren Buffett. BYD no solo ya sobrepasó a Tesla en ventas de carros eléctricos, sino que, al tener una gama mucho más amplia de vehículos, casi triplica en número las unidades que vende Tesla.
  • Musk cree que Tesla es una empresa de tecnología. El mercado le está enseñando que es una empresa automotriz.

Pero aparte de esas enormes equivocaciones hay dos aspectos adicionales que preocupan sobre Musk: el primero es la amenaza de que si los accionistas no le entregan los 55.000 millones de dólares en acciones que le permitan volver a tener el 25% de la empresa (hoy tiene el 12%), sus esfuerzos en tecnología de punta, incluyendo la inteligencia artificial, los lleva a otra de sus empresas. Creo que ninguna empresa –y mucho menos sus accionistas– debe permitir que su CEO la amenace. Lo segundo es que Musk pretende defender Tesla exigiéndole al gobierno de Estados Unidos imponer tarifas confiscatorias a todos los vehículos extranjeros. O sea, Musk ya no cree que su empresa salga adelante con base en a la innovación, sino en la protección del papá Estado. En resumen, no solo creo que no le deben reconocer a Musk un centavo, sino que los accionistas deben considerar ponerlo en la calle.