Estamos siendo testigos de un cambio estructural en la economía mundial. Antiguamente, ciertos activos eran considerados refugios seguros, pero esa percepción ha cambiado. Por ejemplo, los tesoros de Estados Unidos, que antes eran vistos como bastiones de estabilidad, ahora muestran volatilidades comparables a las acciones o commodities, sin ofrecer las mismas recompensas en términos de rentabilidad.
Históricamente, el ETF de tesoros de Estados Unidos ha caído más del 50% solo en tres ocasiones: 1920, 1948 y 1981. Estos años marcaron puntos de inflexión tanto en el ámbito geopolítico como en las crisis financieras.
La renta fija ha sido tradicionalmente atractiva debido a su rendimiento fijo. Sin embargo, en un entorno de altas tasas de interés, el cuestionamiento esencial para cualquier gestor de carteras es: ¿cuál es la probabilidad de que estos activos entren en default en los próximos tres años? En medio de esta incertidumbre, es fundamental identificar qué empresas tienen la capacidad de adaptarse a altas tasas de interés y a un panorama geopolítico volátil.
El término “conservador” ha perdido su significado tradicional en el mundo de las inversiones. Portafolios que solían ser vistos como conservadores, como aquellos compuestos por un 80% de bonos y 20% de acciones (azul), ya no garantizan la seguridad que antes prometían. Incluso estrategias reconocidas, como el “portafolio para todo clima” de Ray Dalio (rojo), enfrentan cuestionamientos sobre su efectividad en el actual panorama económico.
Durante mucho tiempo, la zona euro ha sido considerada una “zona zombie” debido a una década de tasas de interés negativas. Sin embargo, las cosas parecen estar cambiando, con el bono alemán ofreciendo tasas del 2.4% y el italiano del 4.1%.
Es un error común pensar que las crisis monetarias solo ocurren en países con contextos sociales inestables, como Turquía, Argentina o Sudáfrica. Sin embargo, la historia nos muestra que las monedas en naciones desarrolladas también pueden sufrir inestabilidad. Desde principios del siglo XX, Alemania ha cambiado su denominación monetaria en seis ocasiones: Gold Mark, Papier Mark, Renten Mark, Reich Mark, Deutsche Mark y Euro.
¿Es la caída en los tesoros la señal de que la zona euro está al borde de una gran crisis? Un dólar fortalecido, junto con altas tasas de interés, ejerce una presión adicional sobre países y empresas altamente endeudadas. Aunque esta “economía zombie” parece estar en declive, una nueva economía centrada en la productividad y con baja deuda está emergiendo, posicionándose como el próximo motor del crecimiento global.