Hoy quiero hablar de sueños. No vamos con nada negativo, ambiente Vuca, incertidumbre o locuras de ambiente. Quiero hablar de algo que cada uno puede controlar y que los americanos llaman bucket list, pero que no es otra cosa que la lista de deseos que quieres y debes cumplir antes de partir de este planeta.

¿Alguna vez has soñado con hacer algo emocionante y único en tu vida? ¿Quieres experimentar sensaciones intensas y crear recuerdos inolvidables? ¿Sientes que trabajas más de la cuenta y que a veces estás en automático y los años pasan? Es hora, entonces, de que escribas tu lista y empieces a hacer un plan para cumplirla.

Una bucket list es una lista de experiencias, actividades y logros que has dejado a los sueños, pero que sigue viva en ti. Es una forma de establecer metas y objetivos personales que te permiten vivir la vida al máximo. Puede incluir desde cosas simples como viajar a un lugar nuevo, hasta desafíos más extremos, como escalar el monte Everest, o tan simples como vivir con menos y ser feliz guardando el ego y el reconocimiento en un cajón.

La lista de deseos no tiene edad, pero eso sí, tiene fecha límite, porque debes cumplirla en esta vida. Empieza a pensar tus cinco cosas (pueden ser 10 o 15 también) pendientes por hacer, esas que con excusas como “no tengo tiempo”, “los niños no me dejan”, “no me alcanza la plata”, has dejado archivadas. Quítales el polvo y comienza a operarlas.

Esta lista te llenará de motivación, porque te va a invitar a cumplir objetivos, te enfocará, ya que te priorizará en qué concentrarte y en qué no perder tiempo valioso de las horas de tu vida; será superdivertido, porque es algo que vas a disfrutar de principio a fin y te permitirá estar cada vez más cerca de tu propósito personal.

En este momento, puedes estar pensando en cosas variadas. En muchos de los talleres que he dictado me he encontrado con sueños como ser bailarina, tirarse de un paracaídas y vivir en un lugar con mucho verde. Así que mi invitación es a que crees tu propia lista en tres pasos básicos.

El primero, reflexiona sobre tus pasiones. Piensa bien qué te mueve en la vida (diferente al motor familiar), qué disfrutas hacer plenamente. Por ejemplo, correr, leer, ver cine, el arte, dibujar, la música, enseñar, comer… la lista puede ser lo larga que quieras y, evidentemente, es solo para ti. Tus pasiones son solo tuyas. El primer paso entonces es que pienses claramente en tus pasiones sin tener en cuenta opiniones ajenas. Que nadie te opine.

Lo segundo que debes hacer es pensar en sueños realizables, algo que pueda pasar con tus habilidades y aptitudes, para que no te frustres al primer intento. Sentir que puedo ser la mejor pintora del país en un año, cuando ni siquiera soy buena para la pintura, puede estar más lejos de realizarse, así que no empieces por ahí.

Y lo tercero es escribir esa lista de pendientes priorizando cuáles son esas cosas que deseas con todo tu corazón hacer. Visualízalo y emociónate en el proceso de hacerlo.

Cuando ya tengas clara la lista, la prioridad y la posibilidad de ocurrencia, haz un plan para cada una, donde esté con claridad la fecha en la cual lo harás. No te autolimites, esto es una lista de deseos que vas a manifestar desde ya.

Voy a compartir algunas ideas para que te inspires: viajar a un país nuevo, aprender un idioma, correr una maratón, escalar una montaña, tomar un curso de cocina, escribir un libro, viajar en globo, tomar un año sabático, aprender a bailar o estudiar otra carrera.

Comienza con pequeños pasos, no intentes hacer todo a la vez, busca apoyo y quizás un buen socio que quiera acompañarte en alguna de estas aventuras. Si tienes pareja, genial hacerlas juntos; y si nada le gusta, pues tal vez replantear otro deseo en la lista.

No importa tu edad, recuerda que la vida es corta, así que nadie sabe cuántos años quedan por vivir. ¿Ya empezaste tu plan?