La posibilidad de masificar el uso de vehículos autónomos puede estar más cerca de lo que muchos creen.
Las nuevas tecnologías avanzan, mientras que logros como el de la tecnología 5G para comunicación inalámbrica y móvil puede representar el último empujón.
Por eso, según los expertos, en los próximos 4 a 6 años, muchas ciudades de países desarrollados podrían masificar el uso de vehículos autónomos para la movilidad.
Carlos Rebellón, director de Gobierno y Política para el Territorio de las Américas en Intel, explicó que su compañía, una de las más importantes productoras de chips del mundo, tiene una apuesta en el negocio de vehículos autónomos a través de dos firmas: Mobileye y Moovit.
Mobileye está dedicada a diseñar y a instalar hardware y software para vehículos autónomos. Hoy, cerca de 40 millones de vehículos cuentan con tecnología de Mobileye para lograr algún grado de autonomía.
¿Qué hace Moovit?
Por otra parte, Moovit, una compañía en la que el colombiano Omar Téllez jugó un papel clave, está encargada de recopilar información sobre movilidad en las ciudades. “Esa empresa tiene vínculos originarios con Colombia y es intensiva en información. Se encarga de mapear los sistemas masivos de transporte y esa información es necesaria para seguir enriqueciendo las grandes matrices de data y cómputo indispensables en lograr autonomía en vehículos.
“Hoy un usuarios puede generar 1,5 gigas de datos diarios. Solo un vehículo 4 teras diarios”, explicó Rebellón al tratar de darle dimensión a las necesidades de cómputo que van a aparecer en el futuro.
“Con una operación de cuatro horas al día, un vehículos conectado o autónomo genera muchos datos y, a su vez, necesita de muchos datos. Eso además requiere de mucho análisis”, explicó.
Aquí es donde la tarea de empresas como Intel se vuelve fundamental. Básicamente, porque, en primer lugar, es necesario desarrollar dispositivos de procesamiento que se convierten en el hardware de esos vehículos.
La segunda necesidad, explicó Rebellón, es la de software o programas que ofrezcan la capacidad a un vehículo de andar de forma autónoma. “Eso depende de algoritmos que puedan analizar imágenes, mapas, datos de radar y todos los demás que ayuden en la navegación. Eso requiere procesamiento”, explicó el experto.
Sube la competencia
Son muchas las marcas de automóviles que han avanzado en el diseño de vehículos autónomos como Tesla, Volkswagen y Ford, entre muchas otras.
El experto explicó que hay cinco niveles de autonomía. El último nivel es el de la máxima autonomía posible o robotaxis; es decir vehículos que no necesitan ninguna clase de interacción humana para moverse.
El nivel uno es el más básico y es una tecnología que hoy tienen muchos vehículos porque ayudan a la conducción actual como por ejemplo el asistente de arranque en subida.
“En la parte baja o nivel uno de asistencia al conductor, el usuario ya puede encontrar vehículos que tienen ayudas al conductor para conducción asistida”, explicó; esto muestra que paulatinamente esta tecnología ha venido avanzando y por eso no está muy lejos de ser implementada masivamente.
Destacó que la posibilidad de masificar estas tecnologías depende del desarrollo que las ciudades hayan tenido en temas como regulación, avanzando en pruebas y pilotos.
“Hay ciudades, como por ejemplo Dubai y Nueva York, donde se han hecho pilotos en un ambiente controlado o se han hecho pruebas de vehículos que se han puesto en funcionamiento sin conductor”, comentó.
Más automatización
Otra clase de nivel de autonomía se refiere a vehículos que ya pueden moverse con alguna autonomía. Ese es el nivel dos, es decir autonomía condicional. “Soy yo -como conductor- el que decido en cierto momento entregar el control al vehículo”, aseguró el experto.
En cualquier caso, Rebellón cree que el impulso inicial va a venir por el lado de las empresas que pueden lograr una mayor automatización de la movilidad para ciertos procesos.
“Puede haber empresas que estén automatizando flotas a niveles tres y cuatro lo que implica algunas funciones remotas. Eso significa tener los vehículos conectados a una red y dispuestos para enviar y recibir información”.
Cabe recordar que en Colombia, a finales de abril, la firma Anglo Gold Ashanti realizó en Colombia la primera prueba piloto de conducción autónoma para un vehículos de carga, a partir de tecnologías de 5G. Lo hizo en una operación minera en Antioquia.
Esa podría ser la suerte de muchas empresas de logística, transporte y sector energético.
“En el nivel cuatro, tenemos una full autonomía; es un carro que en la percepción tiene timón y puede ser manejado por una persona, pero la persona puede decidir o no conducirlo. Ese nivel cuatro en la región no existe”, señaló.
¿Y la seguridad?
Elementos claves para consolidar un ecosistema de vehículos de conducción autónoma son los estándares de seguridad, entornos de prueba, permisos y espacios y áreas definidas de conducción autónoma.
“Eso puede tomar más tiempo. Una vez en ciertas ciudades se logre nivel cuatro se puede pensar en el nivel cinco”, dijo.
Un habilitador podría ser la tecnología 5G, aunque Rebellón dice que inclusive en tecnología 4G es posible hacer conducción autónoma.
Destacó que actualmente en la región varios países ya han adelantado la asignación de espectro de 5G, que exigirá de la instalación de muchas más antenas. Brasil y Chile ya se adelantaron y Colombia podría seguir ese camino en los próximos dos años.