Ya nadie puede decir que la revolución digital no le ha llegado: para el entretenimiento, para el comercio, para el turismo y el transporte y hasta para la educación, lograr un cambio tecnológico es clave.
Desde esta perspectiva es necesario tener en consideración las amenazas y oportunidades que se ciernen en este acelerado proceso.
Por eso, Huawei junto con IDC realizó un documento en el que se analiza la adopción de Cloud e inteligencia artificial (IA) para los negocios de la región de América Latina. El enfoque es sobre las cifras y las oportunidades que se abren de aquí a 2025 en un escenario pospandemia.
De acuerdo con Alfonso Jiménez, director de Estrategia y Marketing para América Latina de Huawei Cloud, y uno de los encargados del estudio, hay cinco verdades que ya nos ha impuesto la revolución tecnológica actual.
“Primero es que la transformación digital no es opcional: ni los gobiernos, ni las instituciones, ni las empresas ni los más de 600 millones de habitantes de la región pueden desentenderse del proceso. Es claro que el proceso se aceleró en 2020. En diferentes regiones del planeta ya la tienen implementada y los beneficios son tangibles en el corto y mediano plazo. Entre más rápido la implementemos y la midamos seremos más competitivos, más eficientes y podremos poner a la fuerza laboral en actividades que entreguen mayor valor”, comentó el experto.
La segunda premisa es que “ya no vivimos más en un mundo solamente globalizado. Así era en los 80. Ahora vivimos en un mundo también digitalizado: al alcance de un clic o un touch tienes acceso como estudiante, como tomador de decisiones, como analista o directivo de una compañía a la información y a las personas. Con la digitalización del planeta se expanden operaciones, las decisiones y el marco de cobertura de nuestra actividad”, explicó.
El tercer aspecto clave es que definitivamente todo esto cambió a las personas y sus hábitos. “Por ejemplo, en e-commerce la región creció a triple dígito”, señaló Jiménez antes de pasar al cuarto factor clave: la necesidad –en consecuencia– de abordar con urgencia el reto digital. El experto dijo: “Hoy un analfabeta no es el que no sabe leer o escribir o prender una computadora. Es un individuo que, sin importar su edad, sus estudios, su país o su empresa, no tiene la capacidad ni la visión de desaprender y reaprender las nuevas habilidades que el mundo digitalizado demanda”.
Esto es lo que nos pone en un contexto absoluto de digitalización: no solo la información está metida en la revolución digital. Hay digitalización en los procesos industriales, en los servicios financieros; incluso los bancos centrales están analizando en muchas partes del mundo cómo digitalizar sus monedas.
Destacó que por esta razón las políticas públicas y la gestión del sector privado y la ciudadanía deben apuntar a lograr mayores niveles de digitalización y cultura digital. A esto hay que sumar una mayor capacidad de cómputo local y regional que implica la inversión en datacenter que garanticen unos mejores servicios de cloud.
En el frente de las comunicaciones, la tecnología 5G va a ser un habilitador más de la transformación digital que implicará mayores capacidades de transmisión con menores latencias. El experto puso como ejemplo el caso de Chile, donde ya avanza un proceso de adjudicación de espectro para la tecnología 5G, con lo que se pone adelante en estos avances en la región.
“Recuerdo mucho, en tiempos de nuestras abuelas, que en las empresas se pensaba: ¿qué hago si capacito a uno de mis empleados y se me va? La pregunta hoy ha cambiado radicalmente: ¿qué hago si no capacito a alguien y se me queda?”, explicó Jiménez.
Los sectores destacados
El experto de Huawei realizó un recorrido por implementación tecnológicas que ya se están dando en la región y que muestran el camino que se debe adoptar para no rezagarse.
El más destacado recientemente es el de banca y finanzas, uno de los sectores que más rápido toma decisiones, invierte y se transforma para ofrecer mejor servicios y seguridad a sus clientes.
“Un frente es el de las fintech, cuya adopción en América Latina avanza a pasos agigantados. Uno se imagina a un usuario que no ha tenido cuenta bancaria o tarjeta débito o de crédito, y mucho menos un CDT. Actualmente una fintech puede atender este mercado que no ha estado bancarizado”, explicó.
La otra industria donde se ven avances importantes es la de las manufacturas. Cada vez se dan más casos de éxito en digitalización de procesos industriales. Incluso en casos como el de la minería ya hay avances en el uso de tecnología 5G para operar la extracción minera reduciendo el riesgo laboral para los trabajadores de la mina y aumentando la productividad con la operación 24 horas 7 días a la semana.
Los puertos también se están beneficiando de estas tecnologías, así como la explotación marina; la ganadería y hasta la agricultura ya son sectores donde hay estudios de éxito en la implementación de IA y uso de 5G, macrodatos (big data) y cloud para lograr mejores indicadores en las actividades.
En retail (minorista) y comercio el avance también es considerable. “Sin comercio digital en la pandemia hubiéramos dejado a muchos usuarios sin comer y al minorista con grandes pérdidas porque se le pierden sus perecederos”, comentó.
Así, la tecnología cloud es hoy un habilitador de bancos, aseguradoras, logística, gobiernos y de escuelas.
En la región “hay países que tienen un reto tecnológico mayor a otros. Por ejemplo, la densidad poblacional de Brasil y México presenta un desafío. Algunos países en Centroamérica tienen diferentes comunidades rurales aún sin cobertura y el reto es mayor. Chile es cabeza de región. Desde hace ya más de un mes licitaron espectro de 5G y tres empresas fueron las adjudicatarias. Eso muestra que ellos han acelerado estos procesos”.
En general, el mundo está digitalizando cada vez más información y prueba de ello son las cifras sobre el nivel de cómputo en el mundo. Según Jiménez, el planeta cerró en 2018 con un nivel de cómputo de 4,6 zettabytes (un zettabyte equivale a 10 a la 21 bytes). Se calcula que en 2020 el planeta produjo 60 zetabytes y se proyecta que de aquí a 2025 el mundo habrá producido 200 zetabytes de información.
Esa cantidad de información es la que está cambiando radicalmente la forma en que se asumen las actividades productivas humanas.
“Cada empresa es única e irrepetible, no hay fórmula mágica; depende qué produzca qué país y cuál es su mercado”, dijo Jiménez al advertir que es necesario avanzar hacia la digitalización con urgencia.
El experto concluyó que entre más rápido los diferentes países de las regiones echen a andar sus agendas digitales y preparen a los profesionales adecuados, más rápido van a disfrutar las bondades de este proceso.