El presidente Rafael Correa dijo que los seis Mirage-50, construidos a fines de los años '60, parecían estar en muy buen estado. Ecuador está considerando, además, la compra de 12 aviones más de Sudáfrica y 24 Super Tucanos de combate de fabricación brasileña, así como helicópteros y un sistema de radar. Correa desestimó las acusaciones que la donación implicaba una alianza militar con Venezuela en contra de Colombia. El mandatario señalo que si tiene un ofrecimiento de armamento similar por parte de Estados Unidos o de Colombia también lo aceptaría. ¿Armamentismo? Sin embargo, los planes para reforzar el poderío aéreo suceden en el marco de la polémica desatada en el seno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ante la posibilidad de que se esté dando una carrera armamentista en la región. De hecho, los Mirage-50 estaban fuera de servicio ante el cambio a equipo ruso de la flota venezolana tras el acuerdo de US$2.200 millones entre Hugo Chávez y Moscú para combrar armamento. Por otra parte, Ecuador -que ostenta la presidencia pro témpore de Unasur- y Venezuela sospechan del permiso que Colombia le ha dado a Estados Unidos para usar sus bases militares. A esto se le añade el rompimiento de relaciones diplomáticas entre Quito y Bogotá en 2008 tras el operativo del ejército colombiano contra rebeldes de las FARC en el que penetraron territorio ecuatoriano. Tras intensas negociaciones, los dos países acaban de acordar su intención de reanudar relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios a partir de octubre, informó a BBC Mundo Hernando Salazar desde Bogotá. Fue una noticia bien recibida por el ex canciller colombiano y ex negociador de paz, Augusto Ramírez Ocampo, que le dijo a BBC Mundo que se había logrado "superar varios de los problemas que dieron origen a las desavenencias entre los dos países". Durante una visita a la ciudad de Ibarra, donde anunció que aceptará los aviones venezolanos, Rafael Correa indicó que se está recuperando algo de la confianza perdida con Colombia, pero que era muy difícil rescatarla del todo y que "siempre va a estar cuidándose la espalda". Señaló además que su gobierno ha gastado grandes cantidades de recursos para fortalecer la seguridad de la frontera con Colombia.