Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea, informó el viernes que el aumento de 0,1% respecto de octubre colocó el índice de desempleo en su nivel más alto desde agosto de 1998. El último año, el paro ha crecido un 2% debido a la recesión global, especialmente al contraerse las exportaciones de artículos de elevado precio en países como Alemania. España padece el mayor índice de paro con un 19,4%, mientras que Holanda tiene el más bajo, un 3,9%. Esas divergencias significan que el Banco Central Europeo, que dirige la política monetaria de los países que usan el euro, quizá tenga dificultades para fijar tasas de interés que fomenten el crecimiento en los países más castigados por la recesión al mismo tiempo que contienen la inflación en los que han comenzado el repunte. El banco seguramente no cambiará las tasas en su reunión del próximo jueves. Al mismo tiempo, España, junto con Grecia e Irlanda, se ven presionadas para que reduzcan sus enormes déficit presupuestarios y se atengan al límite de la UE del 3% del producto interno bruto. Empero, esas gestiones podría empeorar la recesión que padecen. "En otras palabras, la política fiscal está a punto de respaldar una recesión que es ya extremadamente severa, y que es el precio de pertenecer al euro", comentó el analista Charles Dumas, de la firma Lombard Street Research. La pertenencia a la zona del euro podría asegurar "un dolor y discordia innecesarios, y posiblemente algo mucho peor", advirtió Dumas. Con todo, el uso del euro ha evitado a los países modestos la posibilidad de penosas devaluaciones como la ocurrida con el colapso del sistema financiero de Islandia — y que empujó a ese país a solicitar su ingreso en la UE. Grecia, al igual que España, sigue empantanada en la recesión y tiene un índice de desempleo cercano al 10%, aunque el nuevo gobierno socialista ha prometido reducir el déficit presupuestario para adaptarlo a las normas de la UE y evitar nuevas degradaciones en la calidad de su deuda soberana. El desempleo es igualmente muy elevado en los países bálticos. Letonia tiene un 22,3%, Estonia un 15,2% y Lituania un 14,6%. En general, el desempleo en los 27 países de la UE, incluyendo a Gran Bretaña y Suecia, aumentó un 0,1% en noviembre al 9,5%, el más elevado desde enero del 2000. En total, 22,9 millones de personas estaban desempleadas en noviembre en la UE, y 15,7 millones en la eurozona. Eurostat confirmó que la economía de la eurozona creció un 0,4% en el tercer trimestre, encabezada por la de Alemania. (AP)