En ese proceso, el Grupo Amarey Noval Medical empezó a evolucionar. Primero como representantes en Colombia del Robot Da Vinci y luego con el montaje de un centro de simulación clínica, en el que, al igual que los pilotos se entrenan con los aviones, los médicos aprenden a manejar el robot, así como a realizar distintos procedimientos. Entrenan con unos maniquís especiales que simulan distintas situaciones clínicas. El Robot Da Vinci –que se utiliza para múltiples procedimientos quirúrgicos– está controlado por un cirujano que opera desde una consola y se diseñó para realizar cirugías mínimamente invasivas. Hoy entrenan unos 6.000 doctores al año, incluyendo varios que vienen del exterior, pues en Colombia les resulta más económico. Con una facturación de $198.000 millones el año pasado, el Grupo Amarey también ‘opera‘ en Panamá y Costa Rica. Cuenta con una filial de logística hospitalaria, que trabaja con big data, así como otra que se dedica a la genética y a la genómica como plataforma de prevención para algunos tipos de cáncer y enfermedades huérfanas. La operación incluye además el restaurante Los Galenos, en el norte de Bogotá. Diversificación y tecnología.