Ponerle el nombre a los hijos o a la empresa a veces se convierte en un verdadero chicharrón. Para los expertos en marcas, el nombre de la compañía representa la puerta al éxito –o al fracaso– en el mundo de los negocios. En el país, durante los últimos diez años se han registrado y renovado cerca de 168.000 marcas, según la Superintendencia de Industria y Comercio. Sin embargo, hay un grave problema de posicionamiento de estos nombres en la mente de los consumidores, pues solo hay una recordación demostrada de cerca de 1.130 marcas, es decir, casi 1 de cada 168, de acuerdo con el análisis más reciente de Marketing Metrics. Si a esto se suma que la importancia de la marca se ve reflejada directamente en la decisión de compra, el tema del nombre cobra relevancia. El mencionado estudio sostiene, además, que de cada $100 que el consumidor colombiano gasta, $51 se van para la compra de productos con marca reconocida. La marca se convierte, entonces, en un factor crítico de éxito para el desarrollo del negocio y su penetración en el mercado. Dinero escogió algunos ejemplos de cómo emprendedores colombianos definieron el nombre de su empresa que hoy alcanza posiciones de liderazgo en su sector.