La noticia de que la economía estadounidense creció tan solo 0,2% en el primer trimestre de 2015 tomó a más de uno por sorpresa. Primero, porque los mercados estaban esperando un dato cercano a 1% y, segundo, porque en el trimestre anterior el país había crecido 2,2%.El frenazo experimentado por la locomotora del planeta puso a pensar a más de un analista sobre por qué la economía se estaba desacelerando, cuando se creía que ya había tocado fondo, y varios llegaron a la conclusión de que el problema no estaba en los factores que generan el crecimiento, como la industria o el consumo, sino en la forma como se está calculando el Producto Interno Bruto (PIB), y en particular el de los primeros tres meses del año.Según un estudio realizado por la cadena CNBC, en los últimos 30 años el PIB del primer trimestre ha promediado 1,87%, frente a 2,7% de la economía en general, lo que lo ha convertido en el trimestre en donde la economía avanza más lenta o cae más profundamente cuando hay crisis.Es más, seis de los diez peores trimestres desde 1985 han sido los que corresponden al periodo enero-marzo.Otro factor que genera dudas es el hecho de que los miles de analistas que trabajan en Wall Street han estimado mal el PIB del primer trimestre en 80% de las veces durante las pasadas tres décadas.Michael Gapen y Jesse Hurwitz, economistas de Barclays entrevistados por Bloomberg, creen haber resuelto el misterio sobre el anémico estado de la economía estadounidense entre enero y marzo pasados. Su argumento es que el PIB del primer trimestre ha venido rindiendo menos que el resto de trimestres desde la recesión de 2008-09, debido a una estacionalidad residual, que cada vez es más pronunciada.Por estacionalidad residual se refieren al hecho de que, pese a que los datos económicos de Estados Unidos se ajustan estacionalmente para despojar los efectos de eventos regulares como vacaciones o las variaciones en la producción por causa del clima, quedan algunos factores que no han sido tenidos en cuenta.Calcularon que la estacionalidad residual que está afectando a los primeros trimestres de cada año se remonta a la forma en que el Buró de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés) mide factores como la inversión en estructuras no residenciales, la cual desde 2010 se ha contraído un promedio de 10,9% en el primer trimestre, para luego aumentar un promedio de 9,4% en las siguientes tres cuartas partes del año.Otros componentes del PIB que muestran problemas de estacionalidad son las exportaciones y el gasto en defensa.Estos descubrimientos llevaron a Gapen y Hurwitz a estimar que el crecimiento del primer trimestre de 2015 fue en realidad de 1,8% y no el 0,2% anunciado.No pero síInicialmente, los economistas de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (FED) y del BEA discreparon del análisis de Barclays, aduciendo que el resultado de los primeros tres meses de este año no fue un error estadístico en la forma de medir el PIB, sino que simplemente la economía tuvo un pésimo desempeño en el arranque del año.Sin embargo, el debate entre economistas se hizo más agudo y el pasado 20 de mayo, el BEA, que es la agencia del gobierno que calcula el PIB, aceptó que tiene problemas con la medición y prometió una serie de correcciones en los próximos meses.El Buró, que es dirigido por Brian C. Moyer, identificó varias fuentes de problemas con los datos que componen el PIB, incluidos los gastos federales en defensa, pues las primeras investigaciones han mostrado que esta categoría generalmente registra un dinamismo más bajo en el primer y en el cuarto trimestre. El BEA también ajustará algunas de las series de inversión en determinados inventarios que no han sido de manera previa ajustados estacionalmente. Esto ratificaría la idea de que el PIB estadounidense sí creció más en el primer trimestre. No obstante, la confirmación no se conocerá sino hasta el próximo 30 de julio, cuando el BEA presente los resultados del segundo trimestre. La entidad también hará revisiones del cálculo del PIB de los últimos tres años, es decir, desde 2012.Más allá de la metodología que se utilice, que suele ser mirada por otros países para aplicarla al medir sus propias economías, el verdadero impacto de saber si el Tío Sam avanzó más rápido o más lento en el arranque de 2015 tiene que ver con una decisión de impacto global. Si, en efecto, la tasa del PIB fue más alta, esto podría acelerar la decisión de la FED de subir sus tasas, dado que el país estaría mostrando que ya está recuperado, pero si la conclusión es que en efecto el crecimiento fue mínimo y más similar al de los países europeos en recesión, que a una economía saliendo de la crisis, entonces es probable que la FED se tome más tiempo para elevar sus tasas y con ellas cambiar el mapa económico mundial.Habrá que esperar al 30 de julio a ver qué fue lo que pasó.Tormenta perfectaMientras el gobierno estadounidense recalcula su PIB, incluyendo los ajustes metodológicos que se comprometió a hacer, el Buró de Análisis Económico presentará a finales de mayo el segundo de los tres datos de crecimiento que usualmente publica para cada trimestre o año.Así pues, manteniendo el esquema de medición vigente hasta ahora, la expectativa de los analistas es que el segundo dato muestre ya no un mínimo crecimiento de 0,2%, sino una contracción de entre 0,8% y 0,9%. Según Credit Suisse, esto se deberá a un mayor déficit comercial y un menor nivel de construcción y será una réplica de lo que ocurrió en los primeros tres meses de 2013, cuando la economía se hundió 2,1%. “Creemos que hay factores para esperar una tormenta perfecta para una debilidad severa del PIB del primer trimestre. No obstante, debido a que no se ven problemas en las solicitudes de subsidio de desempleo, en el índice de producción no manufacturero, ni en los datos de vivienda o de crecimiento del crédito, prevemos un repunte durante el resto del año”, le dijo el banco suizo a Business Insider.