El buen hijo vuelve a casa, dicen por ahí. Y para Amaury de la Espriella, nuevo presidente de Reficar, la mayor refinería del país, este regreso ha sido una constante en su vida laboral y personal.Nació en Cartagena pero a los 10 años se fue a vivir con su mamá y sus cinco hermanos a Barranquilla. El esfuerzo de su madre, una costurera que trabajó muy duro para que todos sus hijos se graduaran del bachillerato, lo inspiró para continuar con sus estudios universitarios y con el impulso de su amigo Luis Fernando Visbal y el apoyo económico de su hermana, pagó el primer semestre de administración de empresas en la Universidad del Norte. De allí en adelante se financió con un crédito del Icetex.Tal vez le gustaría conocer sobre los estudiantes "arruinados" por Icetex que denuncian censura de esa entidadLuego de graduarse ingresó a la Corporación Financiera del Norte e hizo parte de un grupo de jóvenes profesionales que, bajo la mentoría de Antonio Celia, entonces vicepresidente financiero, ha escalado importantes posiciones en distintas compañías.El paso de Celia a Promigas como vicepresidente financiero le significó también un cambio laboral, pues lo llamó para hacer parte de su equipo. Cuando Antonio Celia pasó a la presidencia de Promigas, de la Espriella asumió como vicepresidente financiero.Su interés permanente por aprender lo llevó a cursar estudios de postgrado, primero en la Universidad de Maastrich, donde se especializó en finanzas y en 2001 cursó el MBA de la Universidad de Los Andes.Como parte del grupo Promigas, participó en las juntas directivas de algunas de las 17 empresas que lo integraban y logró familiarizarse con un proceso que para comienzos del nuevo siglo empezó a gestarse: la fusión de las siete compañías Terpel.En 2006, luego de que el proceso ya estaba andando, fue escogido para presidir la nueva Terpel y tuvo que trasladarse desde su querida Barranquilla –donde recibió su ‘ciudadanía’ luego de casarse con Julia Senior, oriunda de esta ciudad, con quien tiene tres hijos– para desempeñar su nuevo cargo en Bogotá.En su momento el Gobierno admitió falta de planeación en Reficar y aseguró que CBI fue pésimo contratistaEn materia profesional, su reto en ese momento era lograr que la compañía trabajara por un propósito común –allí confluían distintas culturas e intereses regionales de la Costa, Valle, Santander, el Centro, Antioquia y Eje Cafetero– pues todavía se presentaban problemas por los enfoques que a veces chocaban, no solo en la junta directiva sino también en la alta dirección. A esto se sumó la petición de sus dos hijos mayores –hoy importantes productores musicales– de quedarse en Barranquilla, lo que podría generar una división en la familia.Los dos retos los superó Amaury de la Espriella poniendo a prueba sus conocimientos en materia de negociación y logró que la empresa se consolidara como la mayor distribuidora de combustibles del país, y que su familia estuviera reunida en Bogotá un año después.A mediados de 2012, tras retirarse de Terpel, comenzó a trabajar en un proyecto de negocios con dos amigos, pero en agosto fue convocado a un proceso que adelantaba Ecopetrol para escoger al presidente de Propilco –hoy Essentia– y una semana después sería nombrado. Comenzó entonces un duro trabajo en esta compañía, que bajo su dirección se enfocó en mejorar la comercialización de productos que hoy le han permitido atender 78% del mercado en Colombia y vender a 21 países más.Los buenos resultados en Essentia en solo cuatro años llamaron la atención de las juntas directivas de Reficar y Ecopetrol, que a comienzos de noviembre lo convocaron al proceso que adelantaban para escoger nuevo presidente de la refinería, con sede en Cartagena. También en esta ocasión la decisión tardó solo una semana, y el 12 de diciembre Amaury de la Espriella asumió oficialmente como presidente de Reficar, una refinería cuyo costo del proceso constructivo ha generado una gran controversia en el país.El nuevo presidente de esta compañía asegura que, si bien el proceso litigioso con el constructor continuará, su tarea se enfocará de ahora en adelante en lograr que la operación de Reficar sea tan exitosa que se logre pasar la página y mantener el elevado aporte económico que este complejo industrial le puede generar al país.También le interesaría saber sobre el daño fiscal de Reficar que equivale al recaudo esperado con la tributaria en 2017El reto es enorme para este cartagenero que en su infancia quiso ser cantante y que es un apasionado por la música y la literatura. Pero, con el espíritu jovial que lo caracteriza, asegura que ante los retos grandes “yo no me arrugo”; por eso, su meta le apunta ahora a transformar la imagen de la mayor refinería del país, para mover el PIB en momentos en que la economía lo necesita.