Desde finales del año pasado viene circulando un rumor en los mercados financieros del mundo: se trata de una posible fusión entre AB Inbev y SABMiller, las dos más grandes cerveceras del mundo. Nadie ha confirmado oficialmente los comentarios del mercado, pero en medios internacionales se viene hablando del tema y algunos hasta señalaron que la transacción podría valer US$80.000 millones, cifra récord en el negocio cervecero y una de las más grandes adquisiciones en la historia empresarial. El hipotético nuevo gigante se quedaría con más de 35% del mercado cervecero internacional. Hoy SABMiller ofrece 88 marcas (entre las que están la nacional Club Colombia y las internacionales Peroni, Miller y Grolsch) en Estados Unidos, cinco países de Latinoamérica, Europa, África, Asia y Australia; la firma recibe ingresos anuales por US$31.000 millones. Por su parte, AB Inbev domina en Norteamérica, Suramérica, Europa, Asia y Australia y vende al año US$46.000 millones. Entre su portafolio tiene las marcas Budweisser, Beck’s y Brahma. En caso de una fusión, se consolidaría una multinacional con presencia planetaria.?Para Colombia, el tema va más allá del billonario monto. El Grupo Santo Domingo, uno de los principales conglomerados económicos del país, cuenta con 14,13% de las acciones de SABMiller. Cualquier negocio con esta compañía tiene implicaciones globales. En los años recientes, las movidas en el mundo cervecero han estado al orden del día. La misma SABMiller compró en 2005 Bavaria por US$7.800 millones y recientemente adquirió la cervecera Foster por US$10.200 millones. Este año también cerró una alianza con Anadolu Efes, cervecera rusa. AB Inbev no se ha quedado atrás y compró la mayoría del Grupo Modelo. Anteriormente la fusión entre Anheuser Busch e Inbev se había tasado en US$52.000 millones. Como si esto fuera poco, Heineken adquirió Femsa Cerveza, por US$7.300 millones. Según un análisis del banco HSBC sobre este mercado, “en 1990, las tres más grandes compañías cerveceras eran Anheuser-Busch, Miller Brewing y Heineken, con un volumen colectivo de 204 millones de hectolitros y un Ebitda de US$2.700 millones. Veinte años después, AB InBev, SABMiller y Heineken se pelean el “top tres” del ranking, con un volumen total de 805 millones de hectolitros y un Ebitda de US$23.000 millones, lo que representa un incremento de casi 4 y 9 veces, respectivamente”. A pesar de esta consolidación, las amenazas son evidentes para la industria cervecera. La crisis de Europa y Estados Unidos ha hecho que el consumo de licor se resienta en esos mercados. Además, los costos de producción han venido aumentando por cuenta de los altos precios de las materias primas como la cebada, el aluminio y el vidrio, entre otros. Esto ha apretado el balance de todas las compañías que están buscando economías de escala y reducciones en los gastos. El rumor sobre una posible operación entre AB inbev y SABMiller interesa a la región y a Colombia en especial. La participación del grupo Santo Domingo en SABMiller lo convierte en el segundo mayor accionista. Por esta razón, Alejandro Santo Domingo y Carlos Alejandro Pérez están sentados en la junta directiva de la multinacional. Este eventual negocio implicaría muchas cosas para el principal conglomerado de industria y medios en Colombia. El Grupo Santo Domingo está recibiendo de manera generosa rendimientos cada año, lo que le sirve para seguir apalancando su crecimiento. Pero también es cierto que una posible oferta de más de US$10.000 millones por su participación en SABMiller puede resultar tentadora. Desde esta perspectiva, la disyuntiva que tendría el Grupo sería seguir con una participación más reducida en la más grande cervecera mundial, o vender sus acciones, lo que le daría músculo para implementar su crecimiento en todos los otros proyectos en los que anda. La movida también podría tener implicaciones para el mercado nacional. Según el ex superintendente de industria, Jairo Rubio, hay que medir el impacto de una transacción de esa magnitud en la competencia de cada país para determinar si los consumidores se ven afectados. En el caso colombiano, el mercado de cervezas es dominado por las marcas de Bavaria, aunque vienen creciendo las ventas de marcas importadas. Así que, ante un posible negocio, las autoridades tendrían que analizar el impacto nacional. Solo el rumor de esta movida puso a muchas personas a hacer cuentas. La noticia podría incidir en Colombia pues, en medio del baile cervecero mundial está un conglomerado con profundas raíces en el mundo empresarial colombiano: los Santo Domingo.