En medio de la contracción que vive la obra pública, afectando las ventas y utilidades de las empresas del sector, esta actividad económica mantiene su protagonismo en la generación de puestos de trabajo en Colombia. Según el Dane, en el tercer trimestre de 2018 la tasa de ocupación creció 6,2%. Solo estuvo por debajo de otras ramas (explotación de minas y canteras; suministro de electricidad, gas y agua; e intermediación financiera), con 12%, y de la industria manufacturera con 7,3%.El responsable de mantener este ritmo ascendente en la fuerza laboral de este sector es el parque empresarial que, en el transcurso de la presente década, se ha ido consolidando, entre otros factores, por la aparición de nuevos jugadores que han permitido ampliar la oferta y el número de potenciales oferentes en los procesos de contratación. ¿A qué se debe esta dinámica?Una aproximación a esta respuesta la ofrece Joyco, empresa de consultoría en interventoría que, con 40 años de trayectoria, ha realizado la supervisión de más de 200 proyectos de infraestructura en el país desde 2004. José Joaquín Ortiz, director de esta firma, considera que una combinación de factores ha provocado esta eclosión de constructores emergentes. “Los cambios en la ley de contratación con reglas que permiten la participación plural de las empresas, la creación de una entidad como la Agencia Nacional de Infraestructura, y el mayor presupuesto para obras, han permitido la entrada de nuevos actores, dinamizando así parte del sector”, explicó.Además de los tradicionales, el mercado nacional se ha nutrido con la presencia de nuevos empresarios emergentes que participan en diversos frentes de trabajo en el mejoramiento de la infraestructura colombiana entre los que figuran algunas firmas como Icein, Indugravas, Procopal, Pedro Contecha, Concay y Meyan, entre otras. Le puede interesar: Glovo entraría a Colombia a competir con Rappi y Uber Eats Su participación ha sido vital para que Colombia avance en los monitores internacionales, ganando, por ejemplo, 16 lugares entre 2012 y 2018 en el indicador general de la calidad de la infraestructura general. Sin embargo, todavía hay retos por considerar en términos de competitividad y de generar las condiciones para la participación de las empresas. “A pesar de los avances que se han dado en términos de inversión anual en infraestructura, todavía falta mucho por hacer, sobre todo en materia de conectividad. Afortunadamente, el país cuenta con un Plan Maestro de Transporte Intermodal, que es importante que el gobierno nacional reconozca como una herramienta de política pública relevante en el devenir del sector en el corto plazo”, explica el director de Joyco.
Los pliego tipoCon la Ley 1882 de 2018 se han abierto posibilidades para que se aumente el número de empresas que participan en los procesos de contratación y de esta manera se dinamice la actividad constructiva.De acuerdo con Argelino Durán Ariza, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), la introducción de los pliego tipo es el “corazón” de este nuevo paquete normativo que rige la actividad constructiva en el país. Al ser obligatoria su utilización, agrega, se garantiza transparencia y será una herramienta útil en la lucha contra la corrupción. Además, se abrirán más chances para los nuevos en los procesos licitatorios.“Habrá un mayor número de oferentes que hoy no están llegando a la contratación pública porque los proyectos han sido manejados de tal forma que solo un oferente cumple los requisitos. Habrá más competencia y al haberla los contratistas se esforzarán más en poner unos precios más competitivos y posiblemente logremos unos ahorros en la contratación de las obras”, explica. Le sugerimos: Este es el milenial que está a cargo de Colpensiones Según Durán Ariza, con estos pliegos se hará fácil la organización y la estructuración de los procesos de contratación en el país, factor que también traerá beneficios adicionales: “Los tiempos también se van a reducir”, puntualiza el Presidente de la SCI.Sobre este punto, el director de Joyco plantea el deber ser de los actores de la industria constructora nacional, sin importar sus años de experiencia. “En general las empresas del sector de infraestructura, constructoras y consultoras, tienen el reto y la responsabilidad de participar con transparencia en los procesos de contratación y de responder con calidad en la realización de sus actividades. Propender también por la permanente formación de sus profesionales”, indicó Ortiz.También es necesario generar los espacios en las grandes licitaciones del país, como el Metro de Bogotá, para evitar que las ‘constructoras emergentes’ queden por fuera de estos megacontratos que requieren de gran capital, crédito y experiencia.En un panorama de contracción, el parque de empresas del sector constructor se robustece y busca abrirse camino en los proyectos que le dibujan otra cara de Colombia. Lea también: Así está el panorama de la industria licorera en Colombia en 2018