Este 31 de agosto, Harvard, una de las universidades más exclusivas del mundo (con una tasa de aceptación de tan solo 5,1% de los aplicantes), recibirá sus nuevos estudiantes para el segundo semestre del año, y por primera vez en sus 381 años de historia más de la mitad de los estudiantes provendrán de grupos étnicos minoritarios. De los 2.056 estudiantes aceptados, 50,8 % no son blancos. De estos, 22,2 % son asiáticos, 14,6 % afroamericanos, 11,6 % latinos y 2,5 % nativos americanos o isleños del pacífico. Esto representa un ligero aumento en la diversidad étnica desde el año pasado, cuando el 47,3 % de los ‘primíparos‘ pertenecía a estos grupos raciales. En los últimos años, esta universidad le ha puesto un enfoque particular a diversificar su campus. “Para formar líderes en nuestra sociedad diversa, los estudiantes deben tener la capacidad de trabajar con gente de diferentes contexto, experiencias y perspectivas. Harvard sigue comprometida con la matriculación de jóvenes de diversa proveniencia”, dijo Rachael Dane, vocera de esta institución, en un comunicado público.Puede leer: Los subtítulos que les costaron una demanda a Harvard y MITPero más allá del hecho anecdótico, este caso llamó mucho la atención por el intenso debate que hay en Estados Unidos en torno al hecho de favorecer el ingreso de un estudiante u otro dependiendo de su color de piel.Hace una semana, el New York Times reportó que la administración Trump se disponía a tomar acciones legales en contra de las universidades que ponían un enfoque racial a sus procesos de admisión. De acuerdo con un documento interno conseguido por el diario neoyorquino, el Departamento de Justicia de Estados Unidos está desarrollando un nuevo proyecto para “investigar y litigar casos relacionados con discriminación racial en procesos de admisión de las universidades”. El gobierno negó estar considerando estas acciones legales, pero la situación puso el foco sobre el tema controversial en la sociedad estadounidense: la discriminación positiva. Quizás le interese: Las claves de la felicidad según Harvard¿Qué es la discriminación positiva?A veces llamada acción afirmativa, se trata de la aplicación de políticas sociales que favorezcan a los grupos minoritarios que, por lo general, han sufrido históricamente de discriminación. En este sentido, varios países han implementado políticas para favorecer a ciertas comunidades  o exigir cuotas de género en la política, como sucede en Colombia.En la admisión universitaria, esto significa favorecer el ingreso de minorías raciales, con el fin de tener una matrícula más diversa. Universidades como Harvard han aplicado estas políticas desde hace años, lo que, para muchos, ha afectado a las personas que no pertenecen a grupos minoritarios.Aunque también podría afectar a la población asiática. En 2015, un grupo de 64 organizaciones asiático-americanas formularon una queja al Departamento de Justicia porque, supuestamente, Harvard les exige más en las pruebas de ingreso los estudiantes asiáticos que a los de cualquier otra raza.Le puede interesar: Un colegio estadounidense acusado de ‘discriminación genética‘“Muchos estudiantes de este grupo étnico que tienen puntaje perfecto en la prueba de admisión, y un número significativo de reconocimientos en actividades extracurriculares han sido rechazados por la Universidad de Harvard y otras instituciones de la Liga Ivy mientras que aplicantes similares de otras razas han sido admitidos”, dice la queja.Según un estudio de la Universidad Princeton de 2009, los asiáticos tenían que sacar 140 puntos más en el SAT (la prueba de admisión universitaria en Estados Unidos) para conseguir la misma probabilidad de ingreso que un aplicante blanco. Además, la población de asiáticos americanos se ha duplicado desde los noventas, pero su participación en las admisiones de Harvard se ha mantenido cerca de un 20 %.Roger Clegg, presidente del Centro de Oportunidad Equitativa, dijo a la BBC: “entiendo que los afroamericanos han sido tratados muy mal en este país por mucho tiempo, y justo después de que nos deshicimos de las leyes de Jim Crow (que promulgaban la segregación racial), no era mala idea pensar en darles un trato especial. Pero estamos en 2017. Jim Crow se acabó hace tiempo pero estamos hablando de darle preferencia a los latinos sobre los asiáticos americanos. ¿Qué sentido tiene eso?”Lea: ¿Por qué unos estudiantes problemáticos demandaron a Estados Unidos?Los defensores de la discriminación positiva señalan que es importante proveer a los estudiantes con un ambiente diverso. Nancy Cantor coautora de El valor de la diversidad en la democracia y una sociedad próspera, dijo a Inside Higher Ed que “Las investigaciones demuestran que hay un impacto positivo en la educación cuando hay más diversidad en la clase. Tenemos que seguir enfocados en cultivar el talento diverso del país”.Para Damian Richardson, estudiante de Harvard y miembro de comité de admisiones, “instaurar un proceso de ingreso sin enfoque racial implicaría dejar de considerar la discriminación histórica. Eso resultaría en un sistema más equitativo y clases muy homogéneas y aburridas”.Además, el estudiante agrega que “si quisieran llenar sus clases con puntajes perfectos del SAT, lo harían”, pero el objetivo de la universidad es otro beneficiar a todo tipo de estudiantes que quizás no tengan las mejores notas porque les tocó cuidar a sus hermanos o trabajar después de la escuela. “Por nuestra sociedad, es más probable que estos sean negros o latinos”, dijo en una columna publicada por USA Today. El debate no es nuevo, pero hechos como la inversión de las minorías étnicas en la nueva promoción de estudiantes de Harvard, probablemente lo mantengan por un rato. En especial porque en Estados Unidos las proporciones raciales están cambiando bastante rápido. Siguiendo la tendencia actual, en menos de 30 años la mayoría de su población será de grupos étnicos minoritarios.Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.