Con el objetivo de analizar la importancia de las habilidades socioemocionales en los resultados académicos de los estudiantes en todo el planeta, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) realizó un estudio en más de 3.000 estudiantes en todo el mundo. Para el caso colombiano, las ciudades seleccionadas fueron Bogotá y Manizales, y los resultados fueron revelados por Hannah Ulferts, analista de políticas de la Ocde, en la Cumbre Líderes por la Educación que realiza SEMANA.
Entre los datos más representativos, se reveló que, en el caso de Bogotá, el 41 % de los estudiantes no come ni frutas ni verduras, el 36 % hace deporte solo una vez a la semana y el 48 % duerme menos de ocho horas diarias.
Esto, de acuerdo con la analista, repercute directamente en los resultados académicos, y además impide un desarrollo adecuado de sus habilidades socioemocionales. Para Ulferts, “las habilidades socioemocionales son la clave para la construcción de una sociedad. Todos necesitamos las habilidades socioemocionales para relacionarnos en la vida diaria, para realizar un trabajo y como fundamento de la sociedad. Necesitamos mentes creativas para ser prósperos e innovadores. Incluso, esas habilidades son esenciales para la democracia y para un futuro en paz”.
El estudio, que fue realizado en estudiantes entre los 10 y los 15 años, analiza las habilidades socioemocionales en cinco áreas clave: la primera, sobre el control del enfoque mental para hacer tareas; la segunda, si regulamos las emociones para manejar el estrés; tercera, nuestra capacidad de cooperación, analizando si tenemos empatía para entender lo que la otra persona necesita; cuarta, la apertura, evaluando la tolerancia; quinta, la capacidad de interacción, midiendo el nivel de sociabilidad.
Por eso, entre las primeras conclusiones, Hannah Ulferts afirma: “Invertir en el desarrollo socioemocional y el académico sí paga. Se encontró que los estudiantes que tienen mayores calificaciones son los que también desarrollan mayores habilidades socioemocionales”.
También se encontró que cuando los jóvenes cuentan con más habilidades socioemocionales, tienden a buscar más títulos de educación en los diferentes niveles, apoyándose en su creatividad, curiosidad y tolerancia. También son personas más optimistas, con mayor energía y resistencia al estrés.
¿Cómo resolver esta situación para dar equilibrio?
Las principales recomendaciones de Hannah Ulferts sobre este tema son:
1. Hay que adaptar a las necesidades especiales
Los estudiantes con más necesidades socioeconómicas tienen falta de mayores habilidades socioemocionales, tanto en creatividad, como en tolerancia, asertividad, curiosidad, sociabilidad y empatía.
En este caso, las alumnas reportan niveles más bajos en resistencia al estrés, en control emocional, energía, optimismo y confianza. Entre otras cosas, las mujeres son afectadas por su percepción de su imagen corporal.
En el caso de los hombres, reportan un nivel bajo de tolerancia y empatía.
3. Fortalecer la educación socioemocional en las escuelas
Especialmente en las escuelas secundarias, porque los estudiantes de 15 años registran menores habilidades en confianza, optimismo, energía, creatividad y curiosidad. Esto implica que los niños, en la medida que crecen, pierden seguridad y confianza sobre su futuro. Esa incertidumbre afecta sus habilidades.
Finalmente, la analista de la Ocde destaca que es importante fortalecer la promoción socioemocional, para evitar los efectos negativos de la pandemia a largo plazo e incorporar la educación sobre este tema de manera integral en todo el proceso académico.