El futuro de las ciudades depende de que en los próximos años puedan responder al rápido cambio tecnológico y a los retos del cambio climático. Esto solo es posible si se fomenta la ciencia, la tecnología y la innovación; se fortalece la educación, y se capacita a millones de jóvenes en carreras y oficios relacionados con la Cuarta Revolución Industrial. Ese es uno de los objetivos de la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología (Atenea), que entró en operación desde 2021.
Durante los últimos 3 años, Atenea ha fomentado la articulación entre la educación media y posmedia, promoviendo la formación académica y laboral en sectores acordes a las necesidades productivas de la ciudad, coordinado proyectos de base científica y tecnológica para enfrentar los desafíos de la ciudad, y apostando a la divulgación y apropiación social del conocimiento.
Un elemento distintivo de Atenea consiste en entender la educación posmedia como un sistema que va más allá de los estudios universitarios. Es decir, fomenta tanto el ingreso de los jóvenes a las instituciones de educación superior, como también la educación y formación para el trabajo enfocado en aquellos sectores productivos que requieren personal especializado y cualificado que no necesariamente debe pasar por la universidad o los institutos tecnológicos.
“Hay que entender que los proyectos de vida de las personas difieren y no todos quieren pasar por la universidad sino formarse en oficios que no solo los realice, sino que les ofrezca la oportunidad de progresar. Por ello se necesita construir un sistema de formación para el trabajo muy robusto y de alta calidad. Hay jóvenes que quieren ser, por ejemplo, cosmetólogos o conductores, y nosotros tenemos que otorgar las oportunidades para que tengan una muy buena formación”, explicó Víctor Saavedra, director de Atenea.
Con una estrategia transversal que incluye un programa de becas en universidades privadas, planes de fomento a las universidad públicas y al SENA y formación y educación para el trabajo, con la que se beneficiará a 32.000 jóvenes en los próximos tres años, el Distrito y Atenea buscan que la tasa de tránsito de la educación media a la posmedia (incluida la formación para el trabajo), pase del 64 al 70 por ciento.
A ello se suma la puesta en marcha del programa Talento Capital, articulado con la Ruta Distrital de Jóvenes con Oportunidades, dirigido a la formación certificada de 20.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan. También se están diseñando y adaptando mecanismos de financiación innovadores dirigidos a la población de ingresos medios de la ciudad.
De esta forma Bogotá construye una estrategia que “piensa en los distintos grupos poblacionales, en los hogares con ingresos bajos, en los de bajos medios, en aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan; a la vez que entiende que no todos tienen el mismo proyecto de vida”, explicó Saavedra.
Los diversos programas de Atenea también buscan atacar el problema de las brechas sociales en el acceso a la educación posmedia, uno de los problemas más grandes que tiene el país. En Bogotá hay pocas oportunidades para poblaciones vulnerables como las víctimas del conflicto, las comunidades afrocolombianas e indígenas y las personas LGBTQ+. Para superar esas barreras los programas de becas de Antena, como por ejemplo Jóvenes a la E, toman en consideración la situación de vulnerabilidad y exclusión de estas comunidades para otorgar los estímulos.
Sin embargo, no solo basta con fomentar el tránsito a la educación posmedia, también es necesario que Bogotá siga siendo el principal polo de desarrollo económico del país. Eso se logra direccionando la economía capitalina hacia la Cuarta Revolución Industrial. “Si no nos enfocamos en la ciencia, la tecnología y la innovación, no se crearán empresas competitivas, y por ende no habrá oportunidades de empleo ni aumento en el crecimiento económico. Por eso, desde la Alcaldía estamos buscando dinamizar el ecosistema de ciencia tecnología e innovación de la ciudad”, precisó Saavedra.
Para cumplir esta meta, Atenea anunció el programa Bogotá Científica, a través del cual invertirá 120 mil millones de pesos en temas de investigación científica, formación de talento humano, apropiación del conocimiento científico, y desarrollo y fomento de emprendimientos de alto impacto.
Históricamente, la capital del país ha liderado el crecimiento económico y el desarrollo productivo del país. Bogotá registra una mayor inversión que el promedio nacional en I+D, 0,4% frente a 0,2% como proporción del PIB. Sin embargo, mantener esta posición precisa de bogotanos con trayectorias educativas y formativas continuas una vez culminen la educación media, además de científicos y emprendedores que marquen la ruta del desarrollo industrial de la ciudad basada en la ciencia, la tecnología y la innovación. Este es el compromiso de Atenea, hacer de Bogotá una ciudad basada en el conocimiento.
*Contenido elaborado con apoyo de Atenea