El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, apoyó la idea del recientemente nombrado ministro de Eduación de disminuir la inversión pública a las facultades de Filosofía, Sociología, y, en general, de Humanidades. Según el mandatario, estas generan poco retorno a la inversión, por lo que el dinero de los contribuyentes estaría mejor invertido si se gasta en carreras universitarias como "Veterinaria, Ingeniería o Medicina". "La función del gobierno es respetar el dinero del contribuyente, enseñando a los jóvenes lectura, escritura y a hacer cuentas y, luego, un oficio que genere ingresos para la persona y bienestar para la familia, que mejora la sociedad a su alrededor", expresó el presidente.

 La declaración surgió como respuesta a un pronunciamiento en televisión del ministro de Educación, Abraham Weintraub, quien recibió la cartera del colombo-brasileño Ricardo Vélez el 9 de abril tras una polémica gestión. A fondo: Las razones de la caída del polémico colombiano que fue ministro de Educación de Bolsonaro en Brasil Weintraub dijo en vivo que las facultades de Humanidades están reservadas a un grupo élite de personas muy ricas y que el país haría mejor en reducir la inversión pública en cursos de Sociología y de Filosofía. Eso si, agregó que los matriculados actualmente en estas carreras no se verían afectados. El ministro puso como ejemplo el caso de Japón, cuyo gobierno emitió un comunicado en 2015 dirigido a las universidades niponas en el que solicitaba "acciones concretas para abolir las ciencias sociales y humanas, o convertirlas para atender mejor las necesidades de la sociedad". El anuncio del gobierno japonés (aceptado por cerca de 30 universidades que cerraron sus facultades de Humanidades) provocó una oleada de críticas, no solo en Japón, sino en la comunidad académica del mundo entero. Al punto en el que el Ministerio de Educación prefirió echarse para atrás y no cerrar facultades, sino aumentar los programas de ciencias aplicadas. Relacionado: ¿Quién piensa en las artes y las humanidades? “Las Humanidades son fundamentales para entender quiénes somos, como hemos llegado a serlo, y para pensar cómo manejamos los problemas prácticos, éticos e históricos de la era moderna”, dijo Karen O’Brien, jefe de la División de Humanidades en la Universidad de Oxford en una visita a la isla. Otros pensadores apoyaron la decisión del gobierno japones. Andrés Oppenheimer dijo en entrevista con El Tiempo que “América Latina necesita menos poetas y más técnicos y científicos”. Y Olavo de Carvalho, un filósofo y periodista conservador brasileño (y uno de los asesores más cercanos al presidente Bolsonaro) afirmó que, "si se cierran todas las facultades de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de Brasil, no habría ningún daño económico o cultural para el país. Solo tendríamos que encontrar suficientes empleos mecánicos para algunos millones de analfabetas".