El LEE (Laboratorio de Economía de la Educación) de la Universidad Javeriana analizó el número de instituciones para la educación y desarrollo humano (IETDH), la matrícula y personas certificadas por estas instituciones en Colombia, con base en los datos más recientes del Sistema de Información de la Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano del Ministerio de Educación Nacional.
Anteriormente, se denominaba a este tipo de formación como educación no formal y como educación possecundaria no superior, pues permite la obtención de certificados de aptitud ocupacional, no de títulos. Este tipo de educación certifica en diferentes ocupaciones, algunas de carácter técnico y operativo, por ejemplo, piloto, secretariado, contabilidad, banca, cocina, estética, peluquerías, hotelería, entre otras.
Los analistas del LEE insisten en la importancia que tiene para impulsar la inserción laboral y el desarrollo empresarial.
Según el análisis, Colombia cuenta a 2021 con 4.097 instituciones para el trabajo y desarrollo humano. Los departamentos con mayor número de estas instituciones son Antioquia con 519, equivalente al 12,7 % del total nacional. Le sigue Valle del Cauca, con una participación del 11,2 %, y, en tercer lugar, Bogotá D. C. con el 10,8 %. En los departamentos de Guainía y Vaupés no se registran.
Sobre la población matriculada en este tipo de instituciones, la disminución más fuerte se registró en 2020, año en el cual se dio inicio a la pandemia. Si bien para 2021 la matrícula registró una recuperación al aumentar de 398.000 a 413.000 con respecto a 2020, aún sigue estando muy por debajo de la matrícula en niveles de prepandemia (2021registra solo el 65,2 % con respecto 2019). Este fenómeno no es exclusivo de este sector educativo, colegios y universidades también registran números a la baja.
De hecho, la mayoría de niños y jóvenes en Colombia acceden a la educación pública hasta la secundaria; muchos llegan hasta allí, según lo sucedido en 2021, año en el que menos del 40 % de los graduados de educación media logró entrar a la educación superior de forma inmediata. De ese porcentaje, solo el 39 % entró a una institución de educación superior con acreditación de alta calidad.
También, desde 2019, la población certificada en estos programas viene cayendo, al pasar de 206.066 a 189.901 entre 2018 y 2019 y, para 2021, la cifra se ubica en el valor más bajo de los últimos siete años (103.387), equivalente a una tasa de crecimiento del 45,6 % con respecto al año de prepandemia.
Los investigadores observan que la pandemia y los efectos de esta pueden ser la causa de la caída importante tanto en la matrícula y población certificada en 2020 y en la lenta recuperación registrada en 2021 en la matrícula de este tipo de educación.
El informe también indica que el área de desempeño con mayor número de matriculados para el periodo de 2016 a 2021 es el de los idiomas, con mayor participación porcentual de matriculados a nivel nacional, en promedio el 33 %. Le siguen ventas y servicios (con 21 %), y salud (con 12,8 %).
“Estos entrenamientos son cada vez más populares en el país, dado su menor duración y valor de la matrícula o inscripción. Por tanto, es importante que las instituciones que los ofrecen garanticen altos estándares de calidad y la alineación de la pertinencia con las demandas por competencias del sector productivo. De esta manera, los jóvenes entrenados no solo podrían estar mejor preparados, sino que podrían tener mejores posibilidades de una inserción rápida y duradera en el mercado laboral”, concluye el informe.
“Se evidencia la baja participación de instituciones de calidad de este tipo de formación en el país y, por tanto, los retos que tiene Colombia en materia de mejorar la calidad de la educación que se ofrece en este nivel”, añaden los investigadores del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana.