Las películas, series de televisión, documentales y en general producciones audiovisuales son medios más accesibles que los libros y su velocidad implica menos atención y desgaste. En la escuela, a la hora de planear o llevar a cabo una clase, utilizamos más los libros de textos y la literatura en general y aún somos muy reticentes a la hora de utilizar el cine y la televisión. Una de las principales razones es porque no sabemos muy bien cómo utilizar esos recursos. Aceptamos que pueden ser apoyos invaluables dentro de las clases, en particular porque permiten romper las dinámicas y ofrecerles a los estudiantes didácticas que son agradables e interesantes. Sin embargo, una película o una serie de televisión no es el reemplazo del docente y sin su guía y apoyo, el recurso audiovisual puede no ofrecerle al estudiante más que entretenimiento. El apoyo del docente, o mejor, el uso del docente sobre lo audiovisual, reside en las particularidades de la serie o película en cuestión. Algunas servirán para ver cómo se representó un momento histórico; otras para ver cómo era algo en cierto momento, como la ropa, los vehículos, la arquitectura, etc.; también pueden servir para presentarle a los estudiantes cosas sobre las que no podemos hablar con libertad; al final, lo importante es reconocer que cada material puede llevarnos por caminos diferentes. Aquí voy a hacer una lista de programas de televisión llenos de contenido que pueden ser aprovechados en las clases de ciencias sociales, independiente del tipo de currículo que se desarrolle en la escuela.1. Cuentos de viejosUno de los programas (y proyectos) más interesantes de la televisión educativa actual. La tradición oral es una de las fuentes más ricas de información sobre el pasado: para aquellos que quieren convencerse de su importancia o solo deseen reforzarla, estos doce episodios (y catorce más en producción) serán el pretexto perfecto. Esta serie se ha ganado diversos premios, y su éxito reside en su formato y contenido, y en que fue diseñada con una plataforma web colaborativa que permite que se repliquen proyectos escolares.
2. KikirikíFue uno de los “pesos pesados” de la televisión educativa. Se trata de un notizín (¿noticiero?, ¿magazín?) que lleva dos temporadas al aire. Cuenta con unos personajes divertidos (Yazmín es mi favorita) que tratan temas serios como el conflicto armado o la diversidad sexual. Más allá del formato, que es atractivo para chicos y jóvenes, esta serie es un recurso que permite introducir temas de discusión y diálogo al aula. Parte de la clave pedagógica de la serie se encuentra en las posibilidades de uso de las ocho secciones que componen al notizín.
3. El show de PericoEste programa funciona como un talk show cuyos protagonistas son Perico, un huevo que no ha roto su cáscara, y Amanda, un tapir. En cada programa se presenta a un invitado que cuenta un problema que puede ser sobre el medio ambiente, la pedagogía o diferentes sentimientos. En el transcurso del programa y en colaboración de los periodistas, de otros animales y del público, se llega a una solución. La fortaleza de la serie es que pone sobre la mesa temas que el docente puede aprovechar y discutir con sus estudiantes.
4. MigrópolisEsta conmovedora serie trata las experiencias de niños y niñas que han tenido que irse a vivir a otros países. Es un proyecto que nos habla de diferentes lugares del mundo, de las diferencias entre naciones, los sueños de los pequeños viajeros y los por qué de las migraciones que deben afrontar. Y es en estos elementos que podemos encontrar el pretexto para darle uso en las clases: qué linda posibilidad que abre a la hora de hablar de las diferencias, sobre todo cuando tenemos chicos y chicas en nuestras aulas que no han tenido la oportunidad de viajar fuera del país.
5. Súper O HistóricoEn 2009 tuve la oportunidad de trabajar en la creación de este programa. Es un spin-off de la serie de errores idiomáticos del profesor Súper O. En esta oportunidad él, junto a la Sevichica y a varios niños y niñas, tratan de responder preguntas históricas. La serie consta de 30 episodios dedicados a la época de la Independencia, aunque ella sea sólo una excusa: lo importante es cómo se le presenta a los estudiantes la posibilidad de acercarse a la investigación histórica, lo cual puede aprovecharse sin importar el tema que desee trabajarse.