La ventilación es una de las claves en una reapertura de colegios segura. A esa conclusión llegaron varios expertos y estudios teniendo en cuenta las experiencias de reapertura en otros países, en los que ha quedado claro que con el uso del tapabocas, el distanciamiento y una buena ventilación, las instituciones educativas no son un foco de propagación de covid-19.

Ya sea natural –abriendo puertas y ventanas–; mecánica –mediante ventiladores o aires acondicionados– , o híbrida, es importante garantizar que el aire no recircule y que, por el contrario, se renueve totalmente mínimo cada 15 minutos, como lo explicó el profesor Néstor Rojas, líder del Grupo de Investigación en Calidad del Aire de la Universidad Nacional de Colombia.

Por esta razón, actualmente, mientras el Gobierno adelanta los procesos de reapertura de instituciones educativas (83 de las 96 Secretarías de Educación ya adelantan el modelo de alternancia), muchas instituciones adoptan modelos flexibles y alternativos para dar una reapertura segura que genere confianza en los padres que aún temen enviar a sus hijos. Por ejemplo, en Bogotá, 6 de cada 10 padres prefieren la educación a distancia por el momento.

Regreso a clases en el Jardín Infantil el Rincón del Tercer Puente | Foto: Cortesía Jardín Infantil el Rincón del Tercer Puente

Para superar este miedo, algunos colegios y jardines están apostando por las clases al aire libre, que si bien no es una metodología nueva, se puede adoptar de mayor manera en estos momentos en el que muchas instituciones le apuestan a la reapertura.

Desde hace muchos años se viene hablando e investigando sobre las ventajas de modelos y procesos de educación al aire libre en colegios y, especialmente en jardines infantiles, debido a que fomentan la creatividad y la curiosidad de los niños, al mismo tiempo que los conecta con la naturaleza dándoles bienestar y una mayor conciencia sobre el cuidado del medioambiente.

Estos modelos surgieron en Dinamarca a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando el hacinamiento de los estudiantes en las aulas los llevó a crear un sistema de rotaciones en el que, por días, un grupo de estudiantes tomaba clases en el aula y otro lo hacía al aire libre.

Educación ideal

A lo largo de los años, ese modelo se fue extendiendo por toda Europa y evolucionó para convertirse en la educación ideal para modernos y revolucionarios colegios.

Además, es importante mencionar que la presencialidad en la educación es especialmente necesaria en niños entre los 2 y 6 años de edad.

“Es un factor de importancia en el progreso de las diferentes áreas del lenguaje y del desarrollo motriz, así como en la capacidad de socialización de los niños, porque al reunirse con sus amigos reducen los niveles de estrés generados por el encierro al que nos vimos obligados a raíz de la pandemia”, explica Marcela López, fundadora del Jardín Infantil el Rincón del Tercer Puente, institución educativa colombiana que le ha apostado a estos modelos en esta coyuntura.

Las aulas y la educación al aire libre pueden ser, además, el punto en el que converjan las opiniones de los padres colombianos que se han dividido entre los que creen que es urgente que las clases presenciales se reactiven y quienes creen que todavía no se puede garantizar la bioseguridad de los niños en las aulas, prefiriendo que continúen con las clases virtuales.

Por esta razón, el llamado de muchos expertos más allá de las medidas de bioseguridad como tapetes de desinfección y rociar a las personas con desinfectante, lo más efectivo es centrarse en que en las instituciones educativas haya buena ventilación.

“Sabemos que durante la cuarentena a los padres les fue muy difícil atender a sus hijos al tiempo que trabajaban en casa y los niños extrañaron a sus compañeritos y maestros. Además, se evidenció que la virtualidad tiene como consecuencia aprendizaje más lento y un retroceso en sus habilidades”, añadió López.