Los reflectores sobre el suicidio juvenil se volvieron a encender con la muerte de Sergio Urrego, quien a sus 16 años decidió quitarse la vida el jueves 14 de agosto de 2014. Su caso conmovió al país entero, pues los hechos y la investigación de la Fiscalía apuntan a que fue víctima de discriminación por parte de las directivas de su colegio, debido a su orientación sexual. Sergio se convirtió en el rostro más visible de un flagelo que afecta a los colombianos: con 1.810 casos, el suicidio se posicionó como la cuarta causa de muerte violenta en 2013. Así lo registró el informe Forensis de Medicina Legal. De ese total, 182 niños, niñas y adolescentes se quitaron la vida. El mayor número de hechos se concentró en el grupo de jóvenes de los 20 a 24 años. De ahí que las alarmas sobre este tema siempre deberían estar titilando. Justamente, porque según Leonardo Aja, psicólogo experto en el tema y director de la corporación Buscando Ánimo, en el suicidio hay una máxima: la mayoría de casos pueden prevenirse. “No todos. Hay unos que no se pueden detectar, pero en otros las señales son muy evidentes y cualquier persona con un mínimo de información hubiera podido identificar el riesgo”, explicó. Por eso es fundamental que “la comunidad, las empresas, los colegios, las familias, incluso la estación de bomberos tengan información sobre las señales de riesgo de suicidio”. En un trabajo de investigación Aja y su colega Jairo Panqueva idearon una clasificación sobre la predictibilidad del riesgo suicida, con una escala de tres niveles: alta, mediana y baja. “Entendiendo por alta que en ese momento había muchísimos elementos evidentes para identificar el riesgo; la mediana se refería a algunas señales, pero no suficientes, que un ojo entrenado hubiera detectado y la baja era para aquellos casos que nadie hubiera prevenido”, explicó Aja. Su conclusión es significativa: aquellos casos que debieron encajar en baja predictibilidad son una minoría. “El grueso de las personas que se quitan la vida están en mediana y alta predictibilidad”, remató el psicólogo. Sin embargo, uno de los principales inconvenientes para tratar el suicidio en Colombia es que sigue siendo un tabú. Un factor que ha contribuido a que se construyan mitos alrededor de él. Por ejemplo que quien habla del suicidio no lo consuma. “Cerca del 80 por ciento de las personas que se han suicidado han dado a entender sus intenciones”, reveló Aja. Tampoco es cierto que quien intenta suicidarse con medios de baja letalidad no está considerando seriamente la idea de quitarse la vida. El psicólogo explicó que nada tiene que ver el método con la intención de morir. Menos aún, quien amenaza con el suicidio está llamando la atención: “Son dos categorías diferentes. Hay que ponerle atención a la persona porque algo necesita y el riesgo no puede subestimarse. Si es por manipulación con más veras hay que atenderlo, pues si amenaza con suicidarse la dinámica psicológica no está bien”. Este psicólogo identificó otros 18 mitos que están disponibles en línea. Además, la corporación Buscando Ánimo, dirigida por Aja, realizó junto a la organización RedPapaz un Kit virtual de Prevención del Suicidio Infantil y Juvenil. “Hay hechos en la actualidad que hacen de las conductas suicidas (ideación, intento y consumación) un problema de salud pública a nivel mundial. Cada vez es más evidente que las personas más vulnerables y susceptibles son los jóvenes. Esto de por sí, es ya un motivo de preocupación, pero también una razón para tomar acciones”, se lee en la presentación. Entre las herramientas disponibles en el kit está una lista detallada de señales para que los padres puedan identificar el riesgo de suicidio. Entre las primeras recomendaciones está detectar si hay ideas suicidas en amenazas verbales o escritas, también se aconseja indagar por quejas de ser “malo”, sentirse “abominable” y cambios en los hábitos alimenticios o de sueño. Precisamente, Leonardo Aja estará este lunes 4 de mayo en la Feria Escudos del Alma, organizada por la RedPapaz dentro del marco de la Feria Internacional del Libro en Bogotá. La charla del psicólogo está prevista para las ocho de la mañana, pero durante todo el día y hasta las seis de la tarde habrá otros seis expertos tratando temas pertinentes para la promoción y cuidado de la niñez y adolescencia como convivencia escolar y pautas de crianza entre otros. “Esta es una feria social, no comercial. Tenemos iniciativas de colegios, de fundaciones, de personas, que están actuando en beneficio de la niñez y de la educación. Es como un momento de compartir esas buenas prácticas. Las conferencias son muy pensadas en los intereses de los papás, las mamás y los educadores”, afirmó Carolina Piñeros, directora de Red Papaz. En este enlace podrá encontrar todos los detalles del evento.