El rápido avance de la tecnología, junto con los cambios demográficos en Colombia, los efectos residuales de la pandemia y las nuevas pedagogías, generan importantes desafíos para el sector educativo. Esto ha llevado a una mayor demanda del desarrollo de habilidades socioemocionales y tecnológicas que obliga a las instituciones a revisar si sus espacios de formación están preparados para cumplir con las exigencias del siglo XXI.
Según Kassani, la compañía de soluciones de mobiliario, estudios demuestran que la infraestructura de los centros educativos es un factor que determina el bienestar de los estudiantes, su rendimiento académico y experiencia educativa. Recientemente el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) reveló que cerca del 77 por ciento de los colegios del país presenta problemas de infraestructura, un dato que demuestra la necesidad de modernizar los espacios educativos, pero también la urgencia de entender que sin este componente no se puede pensar en el éxito académico.
“Un entorno de aprendizaje planeado y bien diseñado promueve la interacción y el aprendizaje activo, así como el desarrollo de habilidades blandas como la comunicación asertiva y la inteligencia emocional, factores que en conjunto favorecen la permanencia y retención de estudiantes”, señalaron desde Kassani. De acuerdo con la compañía, los espacios modernos y funcionales impulsan el desarrollo personal y académico, mejorando hasta 16 por ciento el proceso académico.
Por eso, el mobiliario se ha convertido en un elemento clave para crear entornos de aprendizaje dinámicos, flexibles e inclusivos, en contextos donde las metodologías activas, como el aula invertida y la enseñanza mediada por la tecnología, cobran mayor relevancia.
Ergonomía y bienestar
La ergonomía es un factor esencial a la hora de aprender. Por ejemplo, las mesas y sillas diseñadas para ofrecer soporte y comodidad permiten que los estudiantes se concentren por más tiempo sin sacrificar su bienestar físico. Así mismo, los entornos flexibles que incorporan zonas de trabajo colaborativo, áreas de descanso y espacios para la reflexión individual, ayudan a crear una experiencia educativa integral y enriquecedora.
Las instituciones que invierten en mobiliario moderno y flexible proyectan un entorno innovador y visualmente atractivo, aspectos que se convierten en elementos diferenciadores que influyen en la decisión de matrícula. Además, al ofrecer un ambiente acogedor y funcional, las instituciones son más competitivas y refuerzan el sentido de bienestar y pertenencia.
“En nuestros 40 años de experiencia hemos aprendido que la transformación educativa empieza con la planeación de los espacios físicos. Creemos que estos deben reflejar las metodologías pedagógicas actuales. Por eso, en Kassani diseñamos soluciones que tiene en cuenta las realidades de los estudiantes, creando entornos de aprendizaje que fomentan el crecimiento”, concluyeron.
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*Contenido elaborado con apoyo de Kassani