La educación superior en Colombia enfrenta desafíos significativos, pero también presenta oportunidades cruciales para su desarrollo, especialmente en el contexto de la gratuidad impulsada por el Gobierno. Lorenzo Portocarrero Sierra, director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior (ACIET), destacó la importancia de un enfoque inclusivo que contemple a las instituciones oficiales como a las privadas.
ACIET está integrado actualmente por 100 instituciones de educación superior de todo el país entre universidades, instituciones universitarias, instituciones tecnológicas e instituciones técnicas profesionales, que atienden casi un millón de estudiantes de pregrado y posgrado.
“Estamos completamente de acuerdo con la modificación de la Ley 30 de 1992 que plantea el Gobierno para incrementar la financiación de la educación superior oficial; es una medida esencial para garantizar el acceso a más jóvenes”, afirmó Portocarrero. Sin embargo, subrayó la necesidad de que esta financiación sea equitativa, gestionando los recursos de manera que beneficien a ambos sectores. La gratuidad ha sido un avance notable para miles de jóvenes, pero ha generado inquietudes en el sector privado, pues algunas instituciones han visto una disminución en su matrícula debido a la migración de estudiantes hacia el modelo oficial.
“En Bogotá hay instituciones privadas que no tienen la categoría de universidad y aún así enfrentan retos significativos debido a la disminución de su matrícula”, advirtió el dirigente gremial, quien agregó que “las actuales políticas públicas tienden a poner en riesgo la sostenibilidad y supervivencia de las instituciones de educación superior privadas, a las que están dejando sin oxígeno y en un estado de indefensión”.
Para enfrentar esa situación, ACIET propone implementar mecanismos financieros que distribuyan equitativamente las inversiones en matrícula. Por ejemplo, que los colombianos de estratos bajos matriculados en instituciones de educación superior privadas no queden excluidos de la gratuidad, en el marco de un modelo que promueva la inclusión, la igualdad y la equidad.
El gremio también sugiere evaluar la posibilidad del no pago de los aportes al SENA para apoyar a jóvenes desfavorecidos en su ingreso a instituciones privadas. “Con este apoyo financiero se ayudaría al Gobierno con su meta de crear 500.000 nuevos cupos en la educación superior”, explicó Portocarrero Sierra.
La cobertura educativa es otra preocupación para ACIET, pues en Colombia es de aproximadamente 56 por ciento, muy por debajo del promedio de la OCDE (72 - 75 por ciento). En ese sentido, el directivo valoró los esfuerzos del Gobierno, pero hizo un llamado a las instituciones privadas para que también aporten a esa causa, “pues la gran mayoría cuenta con la infraestructura total para apoyar ese propósito”.
Para ACIET, la visión a futuro es clara: la educación superior debe sustentarse en un modelo inclusivo que maximice las fortalezas de ambos sectores. “Si trabajamos juntos podremos crear un sistema educativo más equitativo, inclusivo y robusto”, concluyó.
*Contenido elaborado con apoyo de ACIET