Dan Olweus fue un psicólogo sueco-noruego que desarrolló el método que ha permitido prevenir el acoso escolar en los países nórdicos. El estudio reveló que el acoso infantil puede causar secuelas durante décadas, generando posibles enfermedades mentales y físicas.
Los países nórdicos han puesto a prueba por años un programa que ha disminuido los ataques dentro de las aulas de clases, el programa lo han denominado ‘Prevención del Acoso Olweus’ (Olweus Bullying Prevention Program).
“La gente solía pensar que el acoso escolar era un comportamiento normal y, en algunos casos, que incluso podría ser algo bueno, porque ayuda a fortalecer el carácter”, dijo Louise Arseneault, profesora de Psicología del Desarrollo en el King’s College de Londres, en Reino Unido, en entrevista para BBC Mundo.
El programa consiste en enfocarse en los casos individuales de acoso, que según los investigadores, suelen ser producto de una cultura más amplia que tolera la victimización. En ese sentido, busca abordar el ecosistema escolar para evitar que prospere el mal comportamiento.
Según lo evidenciado por el programa, es importante iniciar por reconocer el problema y, ante eso, los institutos educativos deberán realizar una encuesta para preguntar a los alumnos sobre sus experiencias.
“Saber lo que está pasando en tu edificio es realmente importante y puede guiar tus esfuerzos de prevención del acoso escolar”, señaló Susan Limber, profesora de Psicología del Desarrollo de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, Estados Unidos.
Los adultos también cumplen un papel fundamental y es enfocado a “dar ejemplo”, con ejemplos positivos a seguir.
¿Qué hacen los profesores en Colombia frente al acoso y la salud mental de sus estudiantes?
Una de las peores consecuencias que dejaron estos dos años de pandemia fue la afectación en materia escolar, donde se presentó un incremento en los casos de deserción, una reducción en los niveles de aprendizaje de todos los grados y se evidenció la gran brecha digital que hay entre sectores sociales y colegios públicos o privados.
Parte de estos problemas siguen estando presentes con el retorno de los estudiantes a las aulas de clase, y, en Colombia, uno de los que más está generando impacto es el aumento de casos de bullying, también conocido como acoso o matoneo.
Recientemente, a nivel nacional se hizo eco en diferentes medios de comunicación sobre los casos de violencia contra tres estudiantes que fueron atacados por sus compañeros física y verbalmente debido a su cultura y forma de vestir, actuar o pensar. Sin embargo, esto no es algo nuevo.
Un informe de la oenegé internacional Bullying Sin Fronteras, señaló que entre enero de 2020 y diciembre de 2021 hubo un total de 8.981 casos graves de matoneo en Colombia, siendo el segundo país con más casos en la región, detrás de República Dominicana.
Asimismo, teniendo en cuenta el anuncio que hizo el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, sobre la decisión de eliminar el uso de tapabocas en espacios cerrados de las escuelas, colegios y universidades de Colombia, expertos en materia de educación señalan como positiva esta medida, ya que los tapabocas eran los causantes de más incidentes de bullying porque los estudiantes no lograban identificar las emociones de sus compañeros.
El acoso es un problema persistente tanto en escuelas públicas como privadas, y representa uno de los mayores retos para los educadores.
Henry May, CEO de Coschool, organización que diseña e implementa proyectos de formación socioemocional en distintas regiones de Colombia y Latinoamérica, señaló que los maestros se están enfrentando a todas estas situaciones indiscriminadamente.
“Hay que entender que los menores de edad siempre han tenido dinámicas sociales complicadas. El bullying no debería ser la norma, pero es algo que existe incluso en los mejores colegios de Colombia, y percibimos que unas cosas están ocurriendo en parte porque en los dos últimos años las relaciones sociales han pasado por un trauma inesperado e inusual”, señaló May.
Para disminuir los casos de matoneo en las escuelas de Colombia, el experto señala que es fundamental crear estrategias de educación socioemocional con los educadores primero.
Además, dice que es fundamental trabajar en el agotamiento, el estrés y las emociones de los docentes, ya que el bienestar de los educadores es necesario para generar soluciones creativas a los problemas, y permite que niños y jóvenes se conecten mucho más con ellos.
De acuerdo con un informe realizado por The Wellbeing Project, junto a la fundación Qatar y la Universidad de Duke, sobre el bienestar de los docentes, los siete principios que destacaron los maestros sobre lo que los hace sentir bien cumpliendo su profesión son:
- Sentirse valorados y respetados como líderes.
- Estar profundamente comprometidos con su trabajo.
- Encontrar el significado y propósito de lo que hacen.
- Sentirse exitosos.
- Satisfacer sus necesidades personales y no laborales.
- Gestionar sus emociones y bienestar.
- Estar en su ambiente de trabajo positivo y solidario.