Según la Unesco, más del 91% de la población estudiantil del mundo se ha visto afectada por los cierres de instituciones. Hasta ahora, 192 países han suspendido las clases presenciales en todos los colegios a nivel nacional, mientras que otros pocos han decidido hacer cierres localizados.
En cualquier caso, esta situación tiene a una cantidad significativa de niños estudiando desde sus casas, por lo que es importante identificar qué tipo de contenidos son pertinentes para los estudiantes. En primer lugar, vale la pena recordar que los niños no procesan la información de la misma manera que los adultos y, por lo tanto, el contenido compartido con ellos debe ser seleccionado prudentemente. Por ejemplo, deben evitarse lecturas que hablen del encierro, enfermedades u otro tipo de temas que puedan prestarse para ser malinterpretados o causen algún sentimiento de agobio.
Ahora bien, no se trata de ocultarle a los niños la situación, por el contrario, se trata de transmitirles calma y seguridad por medio de información que se adapte a su edad y características individuales. De acuerdo con Unicef, respecto al virus, para los más pequeños una canción sobre el lavado de manos puede ser muy adecuada, mientras que para los estudiantes de bachillerato un texto escrito por un epidemiólogo puede ser más interesante. Una buena idea para los docentes es tratar de volcarse a hacer reflexiones y actividades que se enfoquen en fortalecer las competencias ciudadanas, creativas, artísticas, comunicativas y científicas de sus estudiantes. Los profesores deben considerar que permanecer tanto tiempo en casa o no compartir con los compañeros puede hacer que los niños se sientan más dispersos y estresados por estos días.
Ante esta situación, puede resultar útil enviarles a los alumnos actividades como cuentos, canciones, lecturas, dibujos o manualidades que potencien su creatividad, imaginación y pensamiento. Asimismo, los ejercicios de escritura pueden servir para que los estudiantes se expresen y, de esta forma, entender sus ideas y sentimientos. Finalmente, existen muchos contenidos que pueden ser provechosos para los niños en esta época y, pese a las condiciones, hacer que su motivación, creatividad y ganas de aprender afloren. En este caso, el enfoque educativo podría contribuir a aliviar sentimientos negativos y sembrar en los estudiantes solidaridad, confianza y esperanza. Con seguridad, acompañados de una buena guía, los alumnos podrán obtener valiosos aprendizajes de esta situación. *Contenido Alianza de la Educación que nos une