Cuando los cigarrillos electrónicos y vapeadores llegaron al mercado fueron promovidos como una alternativa más segura y saludable a los cigarrillos combustibles tradicionales, sin que en el momento se mencionaran consecuencias que pudieran generar en la salud. Al pasar los años, estos dispositivos han tenido un auge que ha desencadenado en una nueva generación de ‘vapers’, ciudadanos que ven en esta práctica no solo una alternativa para el cigarrillo, sino un estilo de vida. Le puede interesar: Misteriosa desaparición de una profesora y una estudiante de la Universidad de La Salle en Sibaté. El alza en su popularidad, sumado a las recientes alertas sobre el riesgo que representan para la salud, han alertado a padres de familia y a las autoridades sobre el tema. Y es que hace solo una semana el Ministerio de Salud anunció que ya avanza en la construcción de un proyecto de ley acerca de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), teniendo en cuenta la evidencia científica sobre el daño que producen en la salud. Manuel Pacheco, de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, explicó que estos dispositivos, que nacieron como alternativa para dejar de fumar, aunque que no se ha demostrado científicamente que sirvan para ello, están causando problemas porque la gran mayoría de usuarios son personas que no fuman o no lo hacían. “Tenemos adolescentes, niños y estudiantes utilizando estos elementos con altos riesgos para la salud. Los estudios muestran riesgo de enfermedad pulmonar, parecido al ocasionado por el cigarrillo de combustión, y hay informes sobre riesgos de enfermedad cardiovascular. No son sustancias libres de daño y no recomendamos su uso a la población”, dijo Pacheco, quien además es representante de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax. A pesar de las recomendaciones médicas, su uso sigue aumentando. Según la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes, en Colombia la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes escolares ya igualó a la del cigarrillo convencional, ubicándose en un 9%. El aumento en su popularidad en los colegios es un agravante teniendo en cuenta el nuevo estudio del departamento de Sociología de la Universidad de Colorado en Denver (Estados Unidos), publicado en el Journal of Youth and Adolescence, el cual examinó datos de 65.000 estudiantes de secundaria y preparatoria para entender los factores que estimulan el uso de estos controvertidos artefactos. De acuerdo con Adam Lippert, PhD profesor de la Universidad de Colorado y líder del estudio, la influencia de los compañeros de clase en los estudiantes de colegio son un factor fundamental que estimulan el uso estos dispositivos. "Los estudiantes se enseñan unos a otros sobre ‘trucos de vapeo‘, cómo usar los dispositivos correctamente y por qué no deben considerarse tabú. La idea errónea entre los adolescentes de que los cigarrillos electrónicos son seguros es motivo de alarma (...) Los jóvenes que asisten a escuelas con altas tasas de vapeo tienen más probabilidades de creer que los cigarrillos electrónicos son libres de daños y menos adictivos que los cigarrillos tradicionales", precisó Lippert. Aunque desde el Minsalud ya se dejó clara la posición del Gobierno nacional respecto al tema, debido a la falta de una normatividad clara y específica sobre los SEAN, muchos estudiantes de colegio los pueden utilizar incluso en sus instituciones educativas sin ningún problema. Al consultar a la Secretaría de Educación de Bogotá sobre si es permitido que estudiantes de colegio lleven y utilicen vapeadores y cigarrillos electrónicos dentro de las instituciones, esta dependencia aclaró que: “El primer aspecto que hay que tener en cuenta es que cada colegio tiene su manual de convivencia”. Por consiguiente, precisa que los colegios pueden prohibir expresamente portar y usar este tipo de dispositivos, aunque en caso de no decir nada al respecto los estudiantes no tendrían ninguna restricción para hacerlo. Sin embargo, la Secretaría de Educación señaló que la recomendación es que no se permita el ingreso de vapeadores a los colegios a la vez que reiteró que no se permite el consumo de sustancias psicoactivas a menores de edad, precisando que entre esas sustancias se encuentra la nicotina, la cual está presente en cartuchos y líquidos de estos dispositivos. De acuerdo con la corporación de padres de familia, RedPapaz, con el auge de estos dispositivos, se ha presentado un alto grado de desinformación y confusión debido a las múltiples formas, colores y tamaños que tienen, lo que representa un nuevo reto. En ese sentido, Angélica María Claro, directora de Incidentes de RedPapaz, dijo que este tipo de artefactos se pueden dividir en dos grupos: en primer lugar los dispositivos por medio de los cuales se calienta un líquido (que puede o no contener nicotina) y se inhala el vapor; y en un segundo renglón los sistemas ‘heatsticks’ que calientan el tabaco a alta temperaturas. La directora de RedPapaz explicó que con la normatividad actual las instituciones educativas pueden regular el uso de los ‘heatsticks’ y de los vapeadores de líquidos que contengan nicotina, debido a que este componente está amparado en la ley 1335 de 2009 y en los artículos 34 y 38 del Código Nacional de Policía, normas que incluyen la nicotina como psicoactivo. “Muchos artefactos parecen una USB y son difíciles de detectar y diferenciar para los maestros y los propios padres de familia”, dijo Claro. Por tal razón, la invitación desde RedPapaz para los directivos de colegios y universidad mientras se conoce una reglamentación definitiva frente al uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos es declarar a sus instituciones como “espacios libres de humo y de vapeo”, para prevenir que su uso se siga popularizando. “Muchos colegios miembros de RedPapaz así como algunas universidades como la de Los Andes han declarado sus instituciones como espacios libres de humo y vapeo, ese es el primer paso para velar por la salud de los estudiantes”, agregó la Directora de Incidentes. Por otra parte, Claro consideró que para evitar que siga creciendo el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos es fundamental que se expida reglamentación que no solo impida la venta a menores de edad, sino también su publicidad. “Esta es la única manera de reducir el consumo, si bien las campañas en colegios pedagógicas son importantes, la experiencia que nos deja la ley 1335 de 2009 es que solo prhibiendo su publicidad se reduce el consumo. Cifras indican que desde 2009 se redujo el consumo de cigarrillo en los colegios, por eso buscamos lo mismo con estos dispositivos”, concluyó.