Por cuenta de la pandemia, cerca del 10 por ciento de la población colombiana en educación básica y media pudo reprobar el año escolar en 2020. Es decir, casi un millón de estudiantes, más del doble de los que históricamente perdían el grado que cursaban en un año escolar normal.
Esto se debe a que muchos estudiantes no tienen conectividad o debido a las restricciones establecidas para evitar la propagación del virus, perdieron contacto con sus docentes e instituciones educativas. A esto hay que sumarle que solo a finales del año pasado 100 mil estudiantes ya habían salido del sistema educativo.
Esta situación no es única de Colombia, aunque en Latinoamérica el panorama es casi equiparable en todos los países. De acuerdo con un informe que presentó este martes la ONG Save the Children, los niños de todo el mundo han perdido más de un tercio del curso escolar debido a la pandemia, razón por la que hicieron un llamado para tomar acciones urgentes para evitar “un impacto irreversible” en las vidas de los niños y jóvenes de esta generación.
Casi un año después de la declaración oficial de la pandemia mundial, cientos de millones de niños siguen sin ir a la escuela”, alertó la directora general de Save the Children, Inger Ashing, en un comunicado en el que pidió que su regreso a las aulas sea una prioridad.
En el pico de la pandemia, el 91 por ciento de los niños del mundo estaban sin escolarizar. En promedio, en el mundo, un niño ha perdido 74 días de escuela, más de un tercio de los 190 días que dura un curso escolar estándar.
El cierre de escuelas ha aumentado las diferencias entre países ricos y pobres, pero también dentro de los países, entre familias acomodadas y sin recursos, urbanas y rurales, niños refugiados y no refugiados, niños discapacitados y no discapacitados, señala la oenegé.
Por ejemplo, los niños que viven en América Latina, el Caribe y el sur de Asia han perdido casi tres veces más días de clase que los niños de Europa occidental, con 110 días sin educación frente a 38 para los europeos, señala la organización, que analizó datos de 194 países, incluido Colombia.
Además de perder días de aprendizaje, los menores no escolarizados corren un mayor riesgo de sufrir trabajo infantil, matrimonio infantil y otras formas de abuso, alertó Save the Children.
Ashing señaló en el comunicado que buscan llamar la atención de los líderes mundiales, que en tres meses se reunirán en la cumbre del G7, que se celebrará en junio en el Reino Unido, esta oenegé aboga por que “los líderes mundiales den prioridad a que los niños vuelvan a la escuela de la forma más segura posible, especialmente las niñas”.
La directora de la ONG también pidió a los gobiernos y donantes que ayuden a la Asociación Mundial para la Educación a alcanzar su objetivo de recaudar 5.000 millones de dólares para 2025.
“Necesitamos un plan de recuperación sustancial para reabrir las escuelas en condiciones de seguridad, centrándonos en los más desfavorecidos”, agregó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
En su opinión, “los cierres prolongados y repetidos de centros educativos (...) deben ser el último recurso y su reapertura una prioridad”, dado que se ha demostrado que las instituciones educativas no son focos de propagación si se toman las medidas de bioseguridad correspondientes.