Semana Educación publicó hace unos días una columna de Julián De  Zubiría, fundador y director del Instituto Merani. En su texto, De Zubiría hacía una crítica del estudio de la Fundación Compartir 'Tras la excelencia docente'. Para propiciar y estimular los espacios de debate sobre temas educativos, Semana Educación publica la respuesta que dieron los investigadores responsables del estudio tras leer la columna. Leímos con interés el excelente artículo escrito por el doctor De Zubiría respecto al estudio “Tras la Excelencia Docente” realizado por nosotros para la Fundación Compartir. La crítica constructiva a trabajos de investigación es siempre bienvenida. Además, la dedicación de espacios en medios de comunicación como Semana a temas relacionados con la educación es fundamental para el avance en esta área tan crucial para el país. Estamos de acuerdo con todas las ideas planteadas en el artículo escrito por el doctor De Zubiría, en especial con lo relacionado a la importancia del modelo pedagógico y el liderazgo de los rectores como ejes claves para mejorar la calidad de educación. Como lo dice explícitamente en el artículo: “No basta tener buenos docentes, si lo que tienen que enseñar es impertinente, descontextualizado o demasiado particular, como desafortunadamente sigue ocurriendo en la mayoría de instituciones educativas del país.” Consideramos que temas pedagógicos como el currículo, la reflexión pedagógica, la selección de competencias básicas o el modelo pedagógico adoptado en la institución son supremamente importantes. Sin embargo, no consideramos que el estudio no los mencione o los deje a un lado como sugiere el doctor De Zubiría. Por el contrario, es un tema tan relevante que todo el primer eje de transformación propuesto en nuestro trabajo se centra precisamente en ellos. Lea la columna que comenzó el debate aquí Ese primer eje, de formación previa al servicio, busca fortalecer y mejorar la calidad los programas de licenciatura y maestrías en educación, de manera que estén centrados en la investigación y prácticas docentes. En particular, para lograrlo, además de inyectarle una cantidad importante de recursos a las Facultades de Licenciatura y Maestría en el país a través de concursos, se propone la creación de una comisión de excelencia en formación en educación, conformada por expertos nacionales e internacionales. Este Comité de Expertos estaría encargado de establecer los criterios de excelencia en formación docente y guiaría la transformación y mejoramiento de las Facultades de Licenciatura en el país. Unido a lo anterior, el tercer y cuarto eje de transformación relacionados con la evaluación para el continuo mejoramiento, la formación en servicio y el acompañamiento a docentes novatos también contemplan implícitamente los aspectos pedagógicos mencionados por el doctor De Zubiría. A través de una evaluación profunda que permita conocer las debilidades de cada docente y ayude a orientar una formación en servicio pertinente, el tema pedagógico, de currículo y de planeación en clase también será tratado. El estudio no propone un modelo pedagógico en particular ni cuál es el currículo que se debe implementar por dos motivos principales. El primero es que ese no era el objetivo central del estudio. Los autores reconocemos la importancia de todos los factores asociados a la educación pero nos centramos en diseñar las políticas que debería implementar el país si se quiere lograr atraer y retener a los mejores profesionales en la docencia y así mejorar la calidad educativa en el país. Segundo, no hacemos referencia directa a temas pedagógicos porque, además de que los autores no somos expertos en estos temas, es muy difícil generalizar y plantear un modelo pedagógico o un currículo único para el país ya que su diseño debe responder a las necesidades particulares de los estudiantes. No es posible pensar que el mismo modelo debe o puede ser aplicado a estudiantes urbanos y rurales, o a estudiantes afro e indígenas. Sin embargo, al mejorar las Facultades de Licenciatura, asegurar que la investigación y la práctica hagan parte fundamental de los programas de formación docente, contar una evaluación docente para el mejoramiento continuo y programas de formación en servicio pertinentes, se atacarían las falencias que hoy existen en el país en el tema pedagógico. A través de estas estrategias lograríamos que, como dice el autor, se alcancen “unos currículos más pertinentes en la formación de los futuros docentes, necesitamos que las normales y las facultades de educación se repiensen y garanticen el verdadero desarrollo de competencias docentes, algo que todavía no estamos logrando.” Más aun lograríamos que nuestros docentes sean expertos y conozcan la importancia de los temas pedagógicos y puedan implementar en sus clases el modelo y currículo más pertinente y el que sus alumnos más necesiten. Finalmente, estamos de acuerdo con el artículo en que un tema particular que es necesario profundizar y en el que el país debe pensar con detenimiento es en el rol de liderazgo pedagógico que los rectores deben tener. Es necesario también formarlos muy bien y dedicarles particular atención. Esto a su vez tendrá repercusiones importantes respecto al clima y la autonomía escolar, factores que sin lugar a duda tiene repercusiones importantes en la calidad de educación que finalmente recibirán nuestros estudiantes. *Investigadores Fundación Compartir