Desde que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) puso en marcha su campaña ‘Útiles inútiles’, el pasado 7 de enero, ha recibido en total 350 denuncias. Así lo reconocieron voceros de la cartera que dirige Gina Parody a Semana Educación. Las presuntas irregularidades por las que los padres han denunciado a las instituciones escolares están relacionadas, en su mayoría, con la exigencia por parte de los colegios de adquirir materiales de una marca o proveedor específico y la inclusión de elementos de aseo en las listas de útiles. Otra de las quejas que más se repite concierne a las plataformas tecnológicas de los establecimientos educativos, en las que se encuentran guías estudiantiles y diferentes recursos que se exigen a los estudiantes. El problema es que para acceder a ellas se necesita un código de identificación que tiene un costo fijo y una caducidad que varía según el colegio. “Cada vez que esta vence los padres tienen que volver a pagar para acceder a la plataforma, y esto supone un coste en la economía familiar”, indicó a esta publicación una fuente del ministerio. La mayoría de denuncias provienen de Bogotá, “donde se concentran el mayor número de colegios que han recibido quejas”. A la capital le siguen ciudades como Medellín, Barranquilla y Cali. El Ministerio ha remitido las denuncias a las secretarías de Educación territoriales, que son las encargadas de investigar y comprobar si los colegios han incumplido la norma sobre lo que se puede exigir en las listas de útiles. En caso de ser así, las multas oscilan entre los 32 y los 128 millones de pesos. En caso de reincidencia, el plantel puede enfrentarse al cierre definitivo. Semana Educación hizo una petición para conocer los colegios afectados por las denuncias. Sin embargo, el MEN alegó que “por reserva de las secretarías, no se pueden dar nombres” Paralelamente, la Defensoría del Pueblo lanzó la campaña ‘Útiles sin abusos’ para alertar sobre los posibles abusos en las listas escolares. Desde su puesta en marcha ha recibido denuncias que comprometen a 27 colegios de 10 ciudades y municipios diferentes. Las quejas van desde “la exigencia para adquirir textos y materiales en lugares específicos, pasando por listas desproporcionadas para alumnos de preescolar y primaria, la inclusión de elementos de aseo y papelería que son responsabilidad de los planteles educativos, hasta aumentos exagerados y prohibidos en el valor de las matrículas, entre otros factores”, como indicó el ente en un comunicado.