Hablar de educación en Colombia no es una tarea fácil, pues siempre que cae en el tema surgen comentarios apasionados sobre si el modelo que emplea el país es uno de los mejores de Latinoamérica o si, por el contrario, es obsoleto y ya no funciona, trayendo a colación los más recientes resultados de las pruebas PISA en las que el país se estancó. Algo similar pasa cuando se habla de la calidad profesional y humana de quienes imparten educación, es decir, de los profesores.
No obstante, y a pesar de posiciones radicales en contra del gremio docente, en el país hay muchos casos de profesores que han sido reconocidos nacional e internacionalmente por su trabajo con el que buscan formar mejores ciudadanos y contribuir a la solución de problemas de sus respectivas comunidades. A continuación, con motivo del Día del Maestro, SEMANA destaca a algunos de los docentes colombianos que con sus experiencias reivindican y demuestran la labor que los más de 300 mil del país docentes hacen día a día en miles de centros educativos del país: Carlos Enrique Arias - Córdoba
Este docente de Lengua Castellana fue el ganador del Premio Compartir 2019, por el proyecto ‘Aula Investigadora’ que adelanta con sus estudiantes de la I.E. San Antonio María Claret en Montelíbano (Córdoba). La propuesta de Arias busca que los estudiantes mejoren sus capacidades de lectura y escritura a partir de procesos de investigación sobre aspectos de su realidad local o nacional, ya que, en un proceso de investigación, el estudiante debe buscar información, interactuar con otros actores, leer autores y analizar la información que se plasma en un texto que da cuenta de la investigación realizada en la cual se encuentran textos argumentativos de las conclusiones y alternativas de solución ante la realidad investigada. Katherine Franco - Antioquia
Fue la primera colombiana en ser seleccionada como una de los 50 mejores docentes del mundo en el marco del Global Teacher Prize, en su edición de 2016, gracias a su proyecto educativo, ‘Ciudadanos digitales, es una experiencia de aprendizaje mediada por las TIC’, que desarrolla desde 2009, hasta la fecha, en la Institución Educativa José Asunción Silva de Medellín.
En el marco de Ciudadanos digitales, los pequeños plantean un problema que parte de los intereses o necesidades que tienen en el salón de clases o en la comunidad en la que se desenvuelven. Posteriormente, proponen alternativas de posibles soluciones y estrategias para dar respuesta a dicha problemática, teniendo en cuenta la tecnología como una oportunidad de ir más allá del aula. Patricia Abril - Santander
Esta docente de Ciencias Sociales del Colegio New Cambridge de Bucaramanga, recibió en febrero pasado el ‘Dedicated Teacher Award’ de la prestigiosa Universidad de Cambridge en Inglaterra, que premia a los docentes por el trabajo que hacen más allá del aula, es decir el tiempo libre que ceden para promover proyectos de sus alumnos, la enseñanza de la empatía y promover ideas prácticas de los estudiantes. Fue elegida entre los más de 6.000 nominados de 97 países, por los proyectos sociales que adelanta con todos los estudiantes de su colegio. "Desde transición hasta once, todos los estudiantes participan en un proyecto con comunidades vulnerables, desde trabajo en ancianatos, hasta apoyo a fundaciones de personas con discapacidad", dice. Gracias al trabajo de Abril y sus alumnos, la Gobernación de Santander destinó 3.000 millones de pesos para que Floridablanca cuente con su primer parque incluyente, para población en condición de discapacidad. Luis Miguel Bermúdez - Bogotá
El profesor de ciencias sociales del Colegio Gerardo Paredes de Suba, logró con su programa, reducir a cero el número de embarazos en su escuela, donde por año alrededor de 70 niñas quedaban en este estado. Bermúdez llegó a la escuela en 2010 y la encontró agobiada por problemas tales como el embarazo precoz y el acoso escolar. Después de analizar los problemas que acogían a los estudiantes, en 2014 diseñó un plan de estudios donde se incluía la enseñanza de la ciudadanía sexual para que sus estudiantes conocieran sus derechos sexuales y reproductivos, a través de clases con procesos innovadores en el campo de la educación para la sexualidad, incluidos los intereses y las necesidades de los estudiantes.
Gracias a ese enfoque para la educación sexual, con el que obtuvo resultados palpables, Bermúdez estuvo entre los 10 finalistas del Global Teacher Prize 2018, y fue el ganador del premio Compartir en 2017. Luis Emiro Ramírez - Caquetá
En la Institución Educativa Avenida El Caraño, ubicada entre las montañas de la zona rural de Florencia (Caquetá), Ramírez implementó el proyecto ‘Agromática’, con el cual busca incentivar a los estudiantes a ver el estudio como algo útil en su cotidianidad y que les puede servir para mejorar la calidad de vida. Con el proyecto ha transformado la vida de 440 estudiantes de primaria y secundaria de la Institución Educativa, quienes han aprendido cómo mejorar las prácticas agrícolas de campesinos dedicados al cultivo de caña en el municipio. “A través de Agromática implementamos tecnologías o diseñamos aplicaciones que los estudiantes pueden obsequiar a sus amigos o a la comunidad; se prueban en sus fincas para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible, y se realiza una propuesta de emprendimiento, lo que permite que se comercialice, aumente la producción y los ingresos de sus familias. Con esto no solo logramos tener futuros empresarios, sino jóvenes críticos y activos en la sociedad”, dice el docente que el año pasado estuvo entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize. Carolina Bernal - Bogotá
Carolina Bernal es la profesora detrás del programa InclutecEOH, que consiste en el desarrollo de proyectos de tecnología e inclusión por alumnos de grado décimo y once del Colegio Enrique Olaya Herrera en Bogotá. Este tiene en cuenta específicamente a los 43 alumnos de primaria con discapacidad en el colegio.
Gracias a este proyecto de vida dedicado a la inclusión en la educación, Bernal fue nominada hace un par de meses por la Fundación Varkey como una de las 50 finalistas al Global Teacher Prize 2020, considerado el Nobel de la Educación, ya que entrega anualmente un millón de dólares a un profesor innovador que tenga un impacto inspirador en su comunidad: "El interés por la inclusión surgió desde el pregrado, cuando con un grupo de compañeros desarrollamos un software que reconocía la voz y la traducía a la lengua de señas colombiana. Todos esos conocimientos se han acumulado y por eso ahora existe Innovapp".