En un hecho histórico, el jueves el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Colombia nombró rectora a Dolly Montoya. Así, ella se convirtió en la primera mujer en ocupar este cargo en los 150 años de la institución. Su escogencia causó una gran sorpresa en la comunidad universitaria, pues ella había obtenido la menor cantidad de votos entre los 5 candidatos, y no tenía el mismo favoritismo que los profesores Jorge Bula y Jorge Cárdenas.Profesores consultados por SEMANA coinciden en afirmar que su elección se debe a su excelente hoja de vida y liderazgo en promover la investigación científica en el país. “Entre las virtudes de la profesora Dolly Montoya se encuentra ese trabajo incansable por hacerles entender a los gobernantes la importancia de la investigación científica de alto nivel para el desarrollo del país, que ha llevado a cabo en sus 40 años de vida profesional”, afirmó un miembro de la comunidad universitaria.Le sugerimos: Dolly Montoya es la nueva rectora de la Universidad Nacional de ColombiaOtras voces dicen que la elección de la científica Montoya se debe a que el consejo quería en los 150 años de fundación de la universidad nombrar a la primera mujer rectora. También afirman que en su designación tuvo mucho que ver la opinión de la ministra de Educación, Yaneth Giha. “Cuando la profesora Dolly era vicerrectora de Investigación de la Nacional, conoció a Giha que para la época dirigía Colciencias. Desde ese momento a ambas las empezó a unir la idea de fomentar la investigación en el país; por eso, no es descabellado pensar que la ministra ejerciera presión en el consejo a su favor”, afirma una fuente cercana a ambas.Fomentar la investigación ha sido el principal logro de su vida académica. Tras graduarse de química farmaceuta de la Universidad Nacional, a finales de la década de los setenta viajó a México a estudiar una maestría en biotecnología en la Universidad Autónoma. Allí entendió que países poco desarrollados debían incursionar en la investigación de vanguardia si querían mejorar los índices sociales y económicos.A su regreso al país, Montoya se vinculó a la Universidad Nacional y se puso el reto de difundir la biotecnología en Colombia, una rama de la ciencia que pocos conocían a inicios de los años ochenta. Junto con otros colegas, formó en 1982 un grupo de investigación interdisciplinario que en 1997 se convertiría en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional, uno de los principales referentes en la materia del país.Le puede interesar: La luz de Prometeo: una reflexión sobre la UniversidadEn 2003 obtuvo el Ph. D. en Ciencias de la Universidad Tecnológica de Múnich con una tesis que vinculaba la biotecnología con la producción industrial, que recibió mención magna cum laude. Precisamente, durante los últimos 15 años Dolly se ha dedicado a hacerles ver a los empresarios y universidades la necesidad de encaminar la investigación científica para fortalecer la industria, propuesta que puso en marcha en la Nacional cuando fue vicerrectora de Investigación entre 2014 y 2016.Dolly Montoya llega a la rectoría en un momento en el que la educación superior pública está cada vez más desfinanciada, y en el que la Nacional, aun siendo uno de los referentes de investigación más importantes del país, pierde espacio frente a las universidades privadas. Por eso, la nueva rectora se ha comprometido a seguir defendiendo la educación pública y “retomar el liderazgo en distintos escenarios nacionales para gestionar una reforma a la Ley 30, concretamente al esquema de financiación”. Sobre todo, pretende seguir promoviendo uno de los principales ideales por los que ha luchado en sus 40 años de vida académica: la investigación científica para el desarrollo del país.